_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cuando falta el oxígeno

J. Ernesto Ayala-Dip

A primera vista, El señor Kreck, trata de la sangrienta dictadura argentina de los años setenta. Y más exactamente de las desapariciones. Pero a medida que uno va leyéndola, más se convence de que su tema central es la atmósfera de terror y sospecha que toda dictadura genera por doquier. Con ello quiero decir que no vamos a leer aquí descripciones de torturas, no se nos ilustrará gráficamente la crueldad de tal o cual matarife de la dictadura de los Videla y compañía y demás sucesores parejos en crueldad e ignominia. No. Aquí de lo que se trata es de representar un estado de cosas, esa pegajosa sensación de culpabilidad de no se sabe nunca muy bien de qué, que se va extendiendo entre vecinos, familiares o amigos. Juan Carlos Prenz ha ideado un relato lleno de oquedades. Todo lo que ocurre en esta novela nos suena a historias mil veces oídas, puestas en labios de víctimas en reportajes o gente próxima. Y sin embargo, el método narrativo y la inventiva perfectamente medida de Prenz hace que lo conocido y oído adquiera en su relato un perfil inédito en novelas de este contenido.

EL SEÑOR KRECK

Juan Octavio Prenz

Losada. Madrid, 2006

309 páginas. 16 euros

El señor Kreck es la historia de un hombre que llega a Argentina a los 21 años. Su origen es eslavo y el ámbito cultural y social que ha dejado atrás lo comunica nostálgicamente con el antiguo Imperio Austrohúngaro. Lo que la novela nos cuenta le sucedió a Rodolfo Kreck a los 60 años, en Argentina y en la desgraciada década de los setenta. Kreck un día alquila un apartamento. Y lo hace a espalda de sus amigos, compañeros de trabajo (en una oficina de seguros, como Kafka) y de su mujer y su hija (que ya está casada y tiene un niño). Al poco tiempo de hacer esa extraña operación, es detenido acusado de algo relacionado con los movimientos guerrilleros que operaban en todo el territorio argentino. Su detención dura tres meses, hasta que es liberado. En la misma novela y en boca de la mujer de Kreck, se nos relata una liberación parecida, terminada a los pocos segundos y a no menos metros de distancia, en un ajusticiamiento llevado a cabo por un comando parapolicial. Queda por tanto saber qué ocurrirá con el señor Kreck. Y queda por conocer su secreto, el alquiler del apartamento. ¿Es el señor Kreck una especie de marido a punto de ir a buscar tabaco para no volver jamás al hogar familiar? Una muy buena novela sobre los climas opresivos y policiales. Y sobre la nula libertad para inventarte una fuga personal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_