Una clínica pagará un millón de euros por demorar una cesárea
El feto sufrió una parálisis cerebral por la falta de oxígeno
Los médicos de la clínica Nuevo Parque tardaron tres horas más de lo que debían en practicar la cesárea a una paciente. Tiempo suficiente para producir lesiones irreparables en el cerebro del feto. Así lo argumenta la sentencia que condena a la clínica a pagar 1,06 millones de euros por las secuelas del niño y los daños morales de la familia. Víctor Manuel, que ahora tiene cinco años, quedó atado a una silla de ruedas.
Hasta que Sandra Martínez Arroyo ingresó el 6 de diciembre de 2000 en la Clínica Nuevo Parque de Madrid, su embarazo no había presentado ninguna anomalía. Eran las 10.30 y ella, con 32 años, se enfrentaba a su primer parto. Enseguida se le practicó una monitorización, como es habitual en estos casos. La alarma saltó cuando los registros indicaron una pérdida de bienestar del feto, que obligaban a practicar una cesárea de inmediato. Eran las 11.30, pero los médicos no intervinieron hasta dos horas después. Para entonces, el feto había sufrido varias hemorragias internas en el cerebro, debido a la falta de oxígeno.
El pequeño Víctor Manuel nació con una parálisis cerebral infantil irreparable que pudo haberse evitado si la clínica hubiera dado "una cobertura de organización y medios mínima para solventar una situación de riesgo perfectamente previsible". Así lo ha considerado la titular del juzgado de Primera Instancia número 82 de Madrid, quien ha condenado a la Clínica Nuevo Parque a pagar 1.064.174 euros por los daños morales que ha sufrido la familia y las secuelas físicas del menor -con una discapacidad del 65% que le impide hacer apenas ningún movimiento-. La sentencia, fechada el 28 de julio, obliga también al centro a abonar al niño una pensión vitalicia de 300 euros mensuales.
"Los padres querían darle un futuro a su hijo y lo han conseguido", explicaba ayer, exultante, Carmen Fernández Bravo, abogada de la Asociación El Defensor del Paciente, que ha representado a la familia. El pequeño tiene ahora cinco años y los médicos consideran que muy probablemente quedará atado a una silla de ruedas para el resto de su vida. "Pero a partir de ahora cuenta con un colchón económico, aparte del cariño y el calor de su familia", cuenta la abogada.
El caso es similar al ocurrido en la clínica La Milagrosa y cuya sentencia se conoció el pasado 7 de julio. Entonces el médico y dos comadronas fueron condenados a prisión por el mismo motivo: practicar la cesárea con retardo.
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