"Queremos construir y cumplir todos los objetivos"
"Queremos construir y queremos que se cumplan los objetivos de todos". Era la frase de entrada de Antonio Sánchez Horneros, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Vega Baja, hace unos días. Tras la polémica suscitada por los hallazgos arqueológicos visigodos que aparecían al ritmo que excavaban las palas de las máquinas en la zona, el empresario toledano se mostraba incómodo con la situación.
"Del pasado no voy a hablar nada, no me interesan ni las razones por las que hemos llegado hasta aquí", decía. "Aquí no están involucradas sólo macroeconomías. También hay microeconomías, ciudadanos que están poniendo su dinerito todos los meses para tener una vivienda".
Sánchez Horneros es un promotor conocido en Toledo que se ha erigido en la voz de los constructores de la Vega Baja. Son muchos los que han considerado en estos meses que el Ayuntamiento les ha vendido "un caramelo envenenado" al dejarles comprar unos terrenos en los que se sabía a ciencia cierta (se habían hecho casi 300 sondeos, y más de 280 habían dado positivo) que se encontraría un yacimiento arqueológico. Incluso algunos de los constructores de la zona se han mostrado dispuestos a aceptar una permuta de los terrenos y construir en otro lado para evitar tener encima a todas las organizaciones en defensa del patrimonio histórico que se han movilizado para defender tanto los restos encontrados como el paisaje de la emblemática ciudad manchega.
La ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha obliga a que sean los empresarios los que contraten a los arqueólogos para que éstos realicen los preceptivos informes sobre los yacimientos encontrados, en caso de que existan. Es decir, las excavaciones y los gastos de las mismas y sus correspondientes estudios corren a cargo del empresario.
La aparición de importantes yacimientos ha cuestionado las posibilidades de edificabilidad de la zona y ha hecho que muchos de los empresarios no empezaran a excavar en sus parcelas por miedo a gastar un dinero inútilmente. Ésa es la razón de que aparentemente las excavaciones estén paralizadas, como reconocía la semana pasada el director general de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha, Enrique Lorente.
"Es posible que los hallazgos tengan un interés científico indiscutible", reconocía Sánchez Horneros, "pero desde el punto de vista monumental no tienen el más mínimo. Por eso nosotros defendemos que se puede conciliar la construcción con la conservación", defendía. Y concluía: "Llevamos un año y medio callados. Queremos que las administraciones se aclaren entre ellas y nos digan, de una vez, cuál es el camino".
Babelia
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