La nueva Universidad será más autónoma

La universidad del futuro estará asentada sobre tres pilares: una mayor autonomía de gobierno, el acercamiento de la investigación al mundo empresarial y el diseño de una carrera docente con incentivos. Los 72 grandes campus gozarán de una amplia soberanía para decidir cómo seleccionan a sus rectores y a sus profesores y para organizar la vida académica en general, incluidos sus planes de estudio. A cambio deberán rendir cuentas a la sociedad del trabajo realizado. Será la Agencia nacional de Evaluación (Aneca), ahora un organismo público, la que se encargará de examinar la calidad de los estudios superiores. Así será una vez que la ley entre en vigor. Ayer fue aprobado el anteproyecto en el Consejo de Ministros.

Entre los cambios, se modifica el acceso de los profesores a las plazas universitarias, que deberán acreditar una serie de méritos ante un tribunal formado por personalidades de reconocido prestigio. Después la universidad decidirá entre los profesores acreditados. ¿Acabará esto con la llamada endogamia universitaria? "Vamos a procurar el máximo de movilidad entre el profesorado y que las universidades decidan apostar por el candidato mejor. Se trata de flexibilizar y abrir el proceso. No existe ningún sistema que garantice que se acaba con la endogamia; lo mejor es dejar que actúen con autonomía", señaló ayer la ministra de Educación, Mercedes Cabrera.Esta autonomía también podrán ejercerla para elegir rector eligiendo una de las dos opciones que se les permiten: que lo vote el claustro o la comunidad universitaria.

La nueva LOU concederá excedencias por un plazo no superior a cinco años para que los investigadores universitarios (el 70% de la investigación española se hace en la universidad) puedan desarrollar sus proyectos en empresas públicas o privadas. Las universidades y los organismos públicos de investigación podrán constituir institutos mixtos de investigación a los que podrán adscribirse sus docentes.

Los profesores seguirán una carrera profesional que se definirá mediante un estatuto que primará sus méritos docentes y de investigación. También la carrera de investigador quedará recogida en un estatuto.

Los estudiantes tendrán un cauce claro para su participación en los asuntos que afecten a la universidad. Se creará el Consejo de Estudiantes, que vendrá definido en el Estatuto del Estudiante Universitario, aún por redactar.

La ministra destacó ayer también la mayor representación y participación que tendrán las comunidades autónomas, puesto que se crea la conferencia general, un foro de encuentro entre los responsables autonómicos de universidades y el Gobierno. En estas reuniones se propondrá la programación general de las enseñanzas y se tratará sobre equipamientos, instalaciones, personal, financiación e investigación.

La LOU reformada exige ahora la igualdad de sexo en los órganos de Gobierno de las universidades (claustros, juntas de facultad y consejos de departamentos). De esta forma, los centros de decisión tendrán una representación femenina más acorde al número de mujeres universitarias. Hay más alumnas que alumnos en la actualidad, aunque los puestos de mando están en manos de los hombres. De 72 universidades, sólo cuatro tienen una rectora. El equilibrio entre sexos alcanza también a las universidades privadas, pero excluye a los órganos de Gobierno: ni vicerrectores ni decanos estarán sujetos a esta exigencia.

Centros privados

Respecto a las universidades privadas, el texto obliga a que en sus órganos de representación haya una participación adecuada de los diferentes sectores de la comunidad universitaria. Las decisiones de carácter académico que en ellas se adopten deberán contar con la participación mayoritaria del personal docente e investigador.

La reforma deja como figuras a extinguir a los catedráticos y titulares de escuelas universitarias. Cuando entre en vigor la ley, los doctores del cuerpo de catedráticos de estas escuelas podrán integrarse en el cuerpo de titulares.