Del paritorio al quirófano

Más de una cuarta parte de los bebés que nacen en la región lo hace mediante cesárea, una proporción que no deja de crecer desde hace 30 años y que muchos expertos consideran excesiva. Algunos incluso creen que algunos centros sanitarios, sobre todo los privados, abusan de una práctica que sólo debería llevarse a cabo cuando exista un riesgo real para la salud de la madre o el bebé.

Pilar Miranda, jefa del servicio de Obstetricia del hospital de Fuenlabrada, no quiere valorar la actividad de otros centros, pero sí alerta de que "la cesárea aumenta el riesgo de infecciones, complicaciones y consecuencias negativas para la madre". "No hay que olvidar que es una operación quirúrgica mayor", afirma. La literatura científica dice que una cesárea, además de prolongar la hospitalización de la madre de 2,37 a 5,69 días de media, multiplica entre cinco y 20 veces el riesgo de infección y cuadriplica el de hemorragias.

Otros ginecólogos admiten que, si es posible, el parto vaginal es el mejor para madre y bebé, pero se muestran más benevolentes con las cesáreas. "El gran descenso de la mortalidad en la maternidad logrado en las últimas décadas se debe en buena medida a las cesáreas. Hoy, afortunadamente, es algo muy excepcional que una madre o bebé mueran en el parto. Y ese es el objetivo principal de todo médico: la salud de sus pacientes", argumenta Javier Valero, jefe de servicio Obstetricia del hospital privado Montepríncipe.

En los años 70, apenas un 5% de los nacimientos en la región era por cesárea. Desde entonces, este porcentaje ha crecido de forma sostenida a un ritmo de casi el 1% anual. En 1996, las cesáreas eran el 20,8% de los nacimientos. En 2003, alcanzaron el 26%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que no más del 15% de los nacimientos debería ser por cesárea, un porcentaje que la región superó hace muchos años.

Las fuentes consultadas dan varias razones que explican este aumento. Una de ellas es que las mujeres afrontan la maternidad a edades cada vez mayores, lo que aumenta el riesgo de complicaciones en el parto y, por tanto, el de cesáreas necesarias. Otra razón es el aumento de población inmigrante -más de la mitad de las parturientas en algunos hospitales públicos son extranjeras- y el hecho de que muchas de ellas hayan sido sometidas a una cesárea anterior en su país.

Más sorprendente resulta la disparidad existente entre hospitales de la región. La primera diferencia surge entre hospitales públicos y privados. Según datos de la Consejería de Sanidad, un 21,2% de los 44.781 bebés nacidos en los hospitales públicos de la región en 2004 fue por cesárea. En las clínicas privadas nacieron ese año 23.910, de los que un 33,66% fue por cesárea, según datos del INE. Varias fuentes, sin embargo, sitúan actualmente esta última cifra cerca del 40%.

Pero las diferencias también son importantes entre los hospitales públicos (ver cuadro). El de Fuenlabrada, con un 15,98% de los nacimientos, es el que más se acerca a las recomendaciones de la OMS. Le siguen otros dos hospitales medianos del sur de la región, Móstoles y Getafe, que según fuentes de la Consejería de Sanidad, se benefician de la edad media más joven de la población a la que atienden.

En el otro extremo se sitúa el hospital Clínico, con un 25,93% de cesáreas, 10 puntos más que Fuenlabrada. Los responsables del hospital apuntan que este mayor porcentaje se debe a que atienden a una población mayor y con una elevada presencia de inmigrantes.

Pese a las diferencias de población, fuentes de Sanidad admiten que es difícil explicar la disparidad de porcentajes entre hospitales públicos. "Probablemente se deba también a los sistemas de trabajo de cada hospital. Si no, es difícil de explicar por qué el Severo Ochoa, que también está en el sur de la región, es el tercero que más cesáreas hace. O que La Paz y O'Donnell, las dos mayores maternidades de la región y las que atienden los partos más complejos, tengan ratios muy diferentes entre sí e inferiores a otros hospitales", explican.

Los datos del INE de 2004, estos referentes a toda España, también permiten una interpretación polémica: la que se establece entre cesárea y negocio. En los hospitales públicos el porcentaje de cesáreas fue del 21,03%. En los "privados sin afán de lucro" (fundaciones, Cruz Roja, religiosos...), del el 29,4%, Y en los "privados con afán de lucro", del 33,6%. Un estudio realizado por médicos del hospital del Mar de Barcelona en 2002 revela que el coste de una cesárea es de 2.148 euros, mientras que el de un parto vaginal sin complicaciones baja hasta 963 euros.

¿Significa esto que las razones económicas también explican parte del aumento de cesáreas? "No", afirma con rotundidad Javier Valero. "Es una barbaridad mezclar razones económicas en estos temas. El médico, la matrona y el anestesista cobran igual por un parto que por una cesárea", concluye.