Los líderes de la Unión aplazan hasta 2009 la salida de la crisis constitucional
Alemania recibe el encargo de diseñar una hoja de ruta durante el primer semestre de 2007
La posible salida a la crisis europea registró ayer un nuevo retraso. El horizonte de posibles soluciones se aplaza en la práctica hasta 2009. En la primera jornada de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Bruselas, los líderes sólo coincidieron en que había que prorrogar por más tiempo el "periodo de reflexión", iniciado hace un año. Probablemente dos años más. Las esperanzas están depositadas en Alemania, que ostentará la presidencia de la UE durante el primer semestre de 2007 y a la que se ha encargado que diseñe la hoja de ruta para salir del atasco constitucional.
esde esta fecha y hasta la presidencia francesa, en el segundo semestre de 2008, se deberá elaborar una reforma del Tratado Constitucional que pueda ser aceptada por todos. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, puso al descubierto la crítica situación por la que atraviesa la UE y expresó sus dudas sobre las propuestas de la Comisión.
El canciller austriaco Wolfgang Schüssel, presidente de turno de la UE, reconoció ayer explícitamente la necesidad de modificar la Constitución para que pudiera ser aceptada por todos. "La presidencia alemana", precisó Schüssel, "empezará a tratar el texto mismo". Irlanda y Dinamarca manifestaron en el Consejo que mientras se conociera el texto definitivo no podían proponer la votación de la Constitución.
Schüssel presentó dos documentos para encauzar el futuro de la UE. Uno con la estrategia para continuar el proceso de aprobación de la Constitución llamado "Prosiguiendo la Reforma del Tratado Constitucional" y otro con una lista de los 26 proyectos en marcha hasta 2010, para demostrar que la UE funciona. El documento propone una "doble vía". Por una parte, "hacer el mejor uso posible de los tratados existentes para proporcionar resultados concretos a los ciudadanos". Por otra parte "consideraba como continuar el proceso de reforma de la Constitución". Esta última fue retirada ante el rechazo del Reino Unido que se opuso a toda referencia a la existencia de "un proceso" que culminara en la reforma del tratado existente.
La fórmula de la reforma ha quedado totalmente abierta. Sólo se han acordado los plazos. En junio de 2007, el Consejo aprobará el documento de la presidencia alemana sobre la propuesta de reforma. Después las sucesivas presidencias seguirán explorando acuerdos con los países que no han aprobado la Constitución. El resultado de todos los trabajos deberá quedar listo "a más tardar" para la presidencia francesa, en el segundo semestre de 2008.
El objetivo es que el texto esté disponible en 2009 coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo y la renovación de la Comisión. Pero Schüssel admitió que no eran cuestiones vinculadas. "Podían celebrarse las elecciones sin acuerdo constitucional", precisó.
Chirac manifestó que en cualquier caso era preciso "esperar más tiempo", y consideró que durante la presidencia francesa sería un momento más oportuno para concretar y definir propuestas. Pero advirtió que mientras tanto la UE "no debe estar quieta" y debe encontrar soluciones para hacerla más eficaz. El presidente francés puntualizó que no pueden producirse más ampliaciones sin antes evaluar la capacidad de absorción de la Unión.
En el debate del Consejo, varios de los 15 países que han aprobado el Tratado expresaron su deseo de hacer los esfuerzos necesarios para que siguiera el proceso de ratificación. Otros Estados se manifestaron a favor de abandonar el proyecto actual. La presidencia por su parte presentó varios proyectos para ampliar el campo de actuación de la política europea y agilizar los mecanismos de tomas de decisión.
En cualquier caso, las iniciativas concretas no se empezarán a perfilar hasta mayo o junio de 2007, es decir, hasta después de las elecciones de Francia y Holanda, cuyo rechazo al Tratado de hace un año provocó la actual división de la Unión. Hasta ahora 15 Estados han ratificado la Constitución y Finlandia que ocupará la próxima presidencia la aprobará en octubre. Pero un total de siete Estados Miembros (Reino Unido, Dinamarca, Portugal, Polonia, República Checa, Suecia e Irlanda) se resisten a ratificar el Tratado. El presidente del Parlamento expresó "su inquietud por el Estado en que se encuentra la UE". A su juicio "los problemas de dimensión, legitimidad y eficacia que aquejan son más graves hoy que el día siguiente de Niza".
La ministra de Exteriores de Austria, Ursula Plassnik, reconoció que la situación era difícil y que no cabía esperar milagros. Austria considera que Francia y Holanda también les corresponde realizar propuestas ante la crisis.
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