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Investigación sobre detenciones ilegales en la UE

Cuatro vuelos aterrizaron en España camino de la base-prisión de Guantánamo

10 aeropuertos españoles recibieron 71 escalas de la CIA, la mayoría en 2003 y 2004

Miguel González

De las 23 escalas de vuelos vinculados a la CIA de las que dio cuenta el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en el Congreso en noviembre pasado, la más preocupante era la de un avión procedente de Guantánamo (Cuba), donde Estados Unidos mantiene a casi medio millar de presos sin control judicial. El informe del Parlamento Europeo demuestra que no se trató de un caso único. Al menos otros tres vuelos, de los 69 que hicieron escala en aeropuertos españoles (el doble si se contabilizan despegues y aterrizajes), tenían como punto de destino o procedencia la base-prisión estadounidense.

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Uno de los vuelos más sospechosos lo realizó el mismo Gulfstream IV supuestamente implicado en el secuestro del clérigo Abu Omar en Milán (Italia). El 25 de enero de 2004 salió de Washington y tras pasar por Ginebra (Suiza), Doha (Qatar, en el golfo Pérsico) y Aman (Jordania), recaló en Rumania, antes de volar a Barcelona y a Guantánamo, vía Washington.

Al mes siguiente, el mismo avión volvió a realizar una gira que incluía Guantánamo y Rumania, donde el Consejo de Europa cree que existía una cárcel clandestina de la CIA, sólo que en esta ocasión el punto de partida fue la base-prisión de Cuba y la escala española se hizo en Tenerife, donde estuvo el 12 de abril.

En ambos viajes se repite una escala en Marruecos, uno de los mejores aliados de EE UU en la lucha contra el integrismo islamista, como también sucede en el que el citado Gulfstream efectuó en octubre de 2004, cuando voló hasta la base de Kogalniceanu, en Rumania, procedente de Washington y con escalas previas en Tenerife, Rabat y Aman.

El 7 de septiembre de 2004, un avión Gulfstream V despegó desde de Son Sant Joan (Palma de Mallorca) con rumbo a Misurata, el aeropuerto militar de Trípoli (Libia), desde donde ese mismo día voló a Guantánamo. Una semana después, este aparato regresó a Libia y, sin pasar la noche, voló de nuevo a Palma de Mallorca, donde permaneció casi 48 horas antes de regresar a Washington. No es difícil deducir que alguien hizo un viaje de ida y vuelta entre Libia y Guantánamo y que probablemente no pasó por la isla española.

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Este mismo aparato fue utilizado para llevar de Estocolmo (Suecia) a El Cairo (Egipto) a dos egipcios residentes en el país escandinavo, en diciembre de 2001; o para trasladar a Afganistán a un iraquí y un jordano residentes en el Reino Unido que viajaron a Gambia en noviembre de 2002. Se trató en todos los casos, obviamente, de detenciones y entregas extrajudiciales.

Con 19 y 17 respectivamente, Palma de Mallorca y Tenerife son los aeropuertos españoles donde se produjeron mayor número de escalas de vuelos vinculados a la CIA. Les siguen, a gran distancia, Sevilla y Valencia, con ocho escalas; Málaga y Barcelona con cinco; Madrid con tres; Ibiza, con dos; y Alicante y Vigo, con una cada uno.

Aunque los destinos son muy variados, hay algunas rutas que se repiten. Por ejemplo, Palma de Mallorca fue utilizada como escala frecuente en los viajes a Libia, después de que el coronel Gaddafi se reconciliara con Washington y ofreciera la colaboración de sus servicios secretos en la lucha contra Al Qaeda. Muchos vuelos que pararon en Tenerife tenían como destino Rabat (Marruecos), pero también Nuakchot (Mauritania), así como otros países africanos, como Guinea, Ghana o Tanzania. La mayoría de los vuelos que pasaron por Valencia se dirigían a Luxor (Egipto).

El informe Fava comienza tras el 11-S y sólo incluye una escala en España en el año 2001. En 2002 hay ya media docena, pero el mayor tráfico se da en 2003 y 2004, con casi una veintena cada año, para experimentar una ligera reducción en 2005.

España no es, ni mucho menos, el país con mayor número de escalas. De las 1.080 que se enumeran, casi la cuarta parte (261), corresponden al aeropuerto de Frankfurt (Alemania), y la practica totalidad de los 25 países de la UE están, de una forma u otra, afectados. El informe recoge casi 80 vuelos con destino a Afganistán e Irak y 11 a Guantánamo.

El análisis se basa en el seguimiento de 27 aviones pertenecientes a empresas tapadera de la CIA o de los que se sabe que en alguna ocasión han sido fletados por la agencia de espionaje.

Aunque se trata de un informe provisional, que puede ser profundamente enmendado, su mayor valor radica en que los datos sobre las rutas de los aviones son elocuentes por sí mismos.

En noviembre pasado, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sólo ofreció en el Congreso información de las escalas en Baleares y Canarias, mientras que el informe Fava eleva a 10 los aeropuertos españoles implicados y ofrece "la telaraña completa", como la denominó el Consejo de Europa.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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