Osakidetza obligará a saber euskera en una de cada cinco plazas de su nueva oposición

Al menos un 20% de las 4.000 plazas que Osakidetza se plantea sacar en su próxima oferta pública de empleo (OPE) tendrá como requisito imprescindible el conocimiento del euskera. Éstas son las previsiones con las que trabaja la dirección del Servicio Vasco de Salud, que ya ha remitido las bases de la convocatoria de la oposición a los sindicatos a la espera de sus alegaciones. Para el 80% de las plazas restantes el conocimiento del euskera se evaluará como un mérito. Una de las cuestiones pendientes es precisamente la forma de valorar los méritos por cursos, idiomas y, sobre todo, por experiencia y antigüedad en el puesto. Esta oposición ha abierto el mayor enfrentamiento de los últimos años entre Sanidad y las centrales.

La oposición que prepara Osakidetza batirá todos los registros. Será la mayor de la historia en la Administración vasca y recibirá previsiblemente unas 100.000 solicitudes. Por dar una imagen gráfica de su dimensión, el director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés Blasco, recuerda que la plantilla de Mercedes, la principal empresa de Álava, suma cerca de 3.200 trabajadores. Aunque aún no se han cerrado todos los aspectos, el Servicio Vasco de Salud prevé que entre el 18% y el 20% de las plazas tenga como requisito saber euskera. En la actualidad, todos los puestos de Osakidetza tienen adjudicado un perfil lingüístico, pero lo que no tienen todos es fecha de preceptividad, es decir, el momento límite en que el titular de esa plaza debe acreditar que conoce el euskera.

Al no tener esa fecha, el titular de la plaza la puede ocupar sin necesidad de saber el idioma, aunque su conocimiento siempre supone un mérito y puede ayudar de forma notable a conseguir el puesto.

Los números exactos de las plazas que van a salir por cada grupo profesional aún están pendientes de negociación con los sindicatos, pero entre las grandes cifras con que trabaja Osakidetza se encuentran las siguientes: los médicos de atención primaria pueden llegar a 400; pediatras, 75; anestesistas, 35; traumatólogos, 37; cirujanos generales, 28. El colectivo de enfermeras rondará los 800 puestos; el de fisioterapeutas, 50 y 80 matronas. Para los auxiliares de enfermería se prevén 500 plazas y otras 345 para los auxiliares administrativos, uno de los grupos a los que más opositan los ciudadanos.

"Estas son las cifras que hay encima de la mesa", indica Blasco. La idea ahora es mandar esta relación a los sindicatos, con los nombres de los interinos que ocupan esos puestos. Las centrales analizarán las listas y tal vez algunas plazas no puedan salir a oposición porque están reservadas, pero será una cantidad mínima. La mitad de los 4.000 puestos están ocupadas en estos momentos por interinos. El resto son plazas vacantes, de nueva creación o, lo que es más habitual, cubiertas de manera eventual.

Novedades informáticas

Los empleos de auxiliar administrativo son los más solicitados y, por ello, los exámenes son masivos, especialmente la prueba para acreditar los conocimientos informáticos. Osakidetza ha introducido esta vez una novedad para cumplimentar ese ejercicio. En lugar del examen masivo de ocasiones precednetes en la Feria de Muestras de Bilbao, los opositores deberán realizar la prueba de forma individual y en el KZgunea más próximo a su casa. Los KZgunea son los centros destinados al aprendizaje gratuito sobre Internet y la navegación por la red, desde los aspectos más básicos hasta niveles avanzados. Los ayuntamientos colaboran en la iniciativa puesta en marcha hace unos años por el Gobierno facilitando un local con instalación telefónica, el mobiliario y costeando sus gastos de mantenimiento. El Ejecutivo aporta los ordenadores y los tutores y diseña toda la oferta formativa.

Para las plazas de auxiliar administrativo, Osakidetza va a exigir que los opositores acrediten un determinado nivel fijado ya a través de un programa por el Instituto Europeo de Software. El opositor deberá telefonear al KZgunea y concertar una cita para realizar el examen. Por medio de una clave que previamente se habrá facilitado a todos los admitidos a la OPE, el opositor accederá al sistema informático.

La prueba tendrá una duración determinada y el monitor a cargo del KZgunea supervisará el proceso. Si se suspende una vez se puede volver a probar otro día. "Se trata de quitar nerviosismo a los opositores. Es algo gratuito y se puede hacer al lado de casa", comenta Blasco.

Puntos por antigüedad

Otra cuestión muy importante dentro de la OPE serán los puntos que se concedan por méritos y antigüedad. Una vez superada la prueba teórica y la práctica, es cuando entran en juego estos puntos, que permiten a los opositores ganar puestos en las listas. Existen unos índices porcentuales y, en función de que se quiera favorecer más a quienes han estado trabajando, se pueden subir o bajar. Si no hay pacto con los sindicatos, Blasco asegura que serán "lo más bajo posible". "Si no los tribunales nos acusarán de favorecer a los que hemos contratado", añade. "No se pueden blindar plazas. Ésta es la quinta OPE desde 1990 y las personas que llevan muchos años trabajando han tenido oportunidad de presentarse varias veces".

El objetivo es cerrar la OPE en junio, que el Consejo de Administración de Osakidetza la apruebe en julio y publicarla en el Boletín Oficial. El plazo de admisión de solicitudes comenzará a finales del mes de septiembre y los exámenes podrían iniciarse en diciembre.