Defensa del precio fijo

Dos citas sobre el futuro del libro se concentraron ayer por la mañana en el Pabellón Martín Gaite de la Feria del Libro. Primero, la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) ofreció los datos principales del llamado Mapa de las librerías

, con la asistencia de su presidente, Fernando Valverde, y el director general del Libro, Rogelio Blanco. Del estudio, realizado por BCF Consultores, se desprende un dato que consideran clave: "Las librerías independientes pierden cuota de mercado".

Según los nuevos datos, las librerías, que constituyen el pilar fundamental de la comercialización de libros en el mercado interior de España, se han debilitado de 1999 a 2004 y se estima que la apertura anual de nuevas librerías (unas 75 al año) no llega a compensar el cierre de establecimientos (unas 90 al año). En general, se observa que el promedio de ventas anuales de libros en las librerías decrece y que, finalmente, la cuota de mercado de las librerías independientes también ha bajado del 2002 al 2004 (del 38,6% al 34,7%), mientras que ha aumentado la cuota de las cadenas de librerías (del 11,7% al 14,5%).

El libro de texto supone un tercio de las ventas de las librerías pequeñas y entre un 10 y un 20% para las medianas y grandes, por lo que el sector ve "con inquietud" la futura Ley del Libro que prepara el Ministerio de Cultura, en la que se consolidan los descuentos de los manuales destinados a la enseñanza.

Poco después de que Rogelio Blanco advirtiera que la nueva ley no sólo depende de Cultura sino también de Comercio e Industria ("Las decisiones no las tomamos solos", añadió), Emiliano Martínez, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ; Fernando Valverde, de CEGAL, y Francisco Martínez, presidente de la Agrupación de Distribuidores de Libros y Ediciones (FANDE), apuntaron sus preocupaciones.

Emiliano Martínez aseguró que aunque valora "positivamente" el enfoque del anteproyecto de Ley del Libro, lamenta que "el tono" de la ley sea "cauto en sus expresiones" y pone como ejemplo: "La ley no podrá, deberá adoptar compromisos económicos", afirmó Martínez, quien calificó de "agujero negro" la excepcionalidad de los descuentos aplicables a los libros de texto. "Llevamos ocho años de coexistencia con la ruptura del precio fijo y se trata de un mal de efectos enormes. El mantenimiento de esos descuentos [en los grandes establecimientos son de hasta el 25%] producirá un mal de unos efectos enormes. En un ciclo de 5 a 10 años sólo quedarán dos grupos: las grandes librerías y las medianas-grandes. El resto desaparecerán. Si hablamos de precio fijo, entonces que se aplique".

Francisco Martínez insistió en lo mismo y adelantó la "muerte súbita" de las librerías pequeñas si se siguen aplicando los descuentos. "En la nueva ley vemos una defensa pobre del fundamento del precio fijo", continuó Fernando Valverde. "La defensa debería ser firme y política".

Los tres representantes del sector del libro defendieron el modelo del cheque-libro imperante en los países europeos (la aportación de dinero a las familias para la compra exclusiva de libros) y criticaron la formula de pseudogratuidad implantada en Andalucía, Castilla La Mancha, Aragón, Galicia y Canarias, que, según ellos, tiene pésimas consecuencias para el sistema pedagógico.