Residuos tóxicos que hacen millonarios

"Este proyecto se lo puede llevar cualquier otro pueblo vecino, tenerlo a la misma distancia y ver cómo el tren pasa y tú te has quedado en el suelo". Esta fue una de las frases, uno de los argumentos, que el alcalde de la Salzadella, Víctor Gallego, del Partido Popular, utilizó en el programa de fiestas en la localidad para justificar y defender la instalación de una planta de residuos tóxicos y peligrosos en su término municipal. "Yo, a mis vecinos, me atrevería a decirles que, dando este paso, nuestro pueblo, que está en claro retroceso, empezaría a despegar como muchos otros que lo han hecho", añadía. El mismo escrito explica que la empresa "pretende instalarse en la Masía del Andaluz de Arriba porque no pudo llegar a un acuerdo con el propietario de la Masía del Andaluz de Abajo". Lo que no explicaba Gallego en el programa de fiestas es que, para entonces, los propietarios de la Masía del Andaluz de Arriba ya habían firmado un contrato de alquiler con la empresa y que su cuñada, la esposa de su hermano, es titular de dicho suelo, tal como han denunciado los ediles del Bloc Nacionalista Valencià en el Ayuntamiento de la Salzadella. En cualquier caso, el alcalde sí señaló: "Tengo que decir que son los dos únicos sitios de este término donde está la capacidad de suelo suficiente para albergar el proyecto". "Y no puede estar más lejos de nuestro pueblo sin que nos metamos en términos vecinos", añadía.

Los opositores dicen que se tratarán 150.000 toneladas de residuos, 35.000 de peligrosos

El contrato estipula las condiciones en las que los propietarios alquilan más de 230 hectáreas de suelo rústico (más de 2,3 millones de metros cuadrados) por un período de hasta veinte años, con posibilidad de prórroga para que entreguen la finca con el vertedero o planta cerrado y sellado.

El acuerdo incluye una cláusula de posible rescisión en el caso de que, finalmente, la empresa no construya la planta y una opción de compra. En cualquier caso, desde la fecha de la firma hasta que las instalaciones estén en marcha, la propiedad recibirá 2.500 euros al mes en concepto de alquiler. En el momento en el que la planta de residuos tóxicos y peligrosos se ponga en marcha, el alquiler subirá 500 euros, con lo que recibirá 3.000 euros al mes. A esta cantidad se unirá, además, algo así como un "canon" que la empresa ha de pagar a la propiedad y que se ha fijado en 1,65 euros por cada tonelada de residuos que entre en la planta a partir de las 18.000 primeras toneladas. Según los datos que baraja la Plataforma Vertedero Sustancias Peligrosas NO, las previsiones del proyecto apuntan a que se tratará un total de 150.000 toneladas de residuos al año, de las que 35.000 serán residuos peligrosos. De cumplirse las expectativas de la empresa, los arrendatarios recibirán, cuando la planta esté en activo, alrededor de 217.800 euros por el canon, a los que se sumarán los 36.000 del alquiler, lo que eleva la cantidad a recibir a 253.800 euros por cada uno de los años en los que la planta esté en marcha -más de cinco millones de euros en 20 años-. Si el contrato se ejecuta solo la mitad del tiempo estipulado inicialmente, la cantidad que reciba la propiedad será millonaria.

"Nos hemos dormido todas las noches pensando en ello, pero estamos aquí porque pensamos que podemos ser útiles para nuestro pueblo y nuestro futuro y aceptamos todas las responsabilidades", decía el primer edil en el programa de fiestas.

La declaración de interés comunitario que precisaba el proyecto fue aprobada en una votación plenaria en la que participó el alcalde. Los ediles del Bloc han presentado un recurso contencioso administrativo ya que consideran que Gallego no podía participar en esta votación por la incompatibilidad que supone el tener un familiar, de hasta segundo grado, vinculado a la empresa interesada.

De momento, las dos plataformas creadas en contra de las tres plantas de residuos tóxicos y peligrosos que pretenden instalarse en la provincia de Castellón siguen con sus acciones y el sábado proyectaron un vídeo titulado "La realidad de un vertedero de residuos tóxicos", realizado durante su visita al vertedero de residuos tóxicos de Mejorada del Campo (Madrid). Alrededor de 200 vecinos acudieron a la cita y, tras la proyección, "algunos de ellos con lágrimas en los ojos", según fuentes de la plataforma, se acercaron espontáneamente y en silencio al Ayuntamiento y a las casas de algunos concejales, para depositar velas de duelo junto a sus puertas, según indicaron las mismas fuentes.