Unas 700.000 personas de cien países se manifiestan contra el hambre
Los participantes piden diligencia para lograr la erradicación de la desnutrición en 2015
Miles de personas de más de 350 ciudades del mundo decidieron ayer hacer la misma cosa a la misma hora: marchar juntas contra el hambre. El objetivo de esta manifestación simultánea, organizada por el Programa Mundial de Alimentos, era sensibilizar a la población y dar un tirón de orejas a los Gobiernos para que cumplan su promesa de erradicar este mal antes de 2015. En Madrid, 4.000 personas salieron de la Puerta del Sol a las 12.00. Cuando llegaron a la plaza de Oriente leyeron un comunicado: "Estamos lejos de acabar con el hambre, pero somos la primera generación que puede conseguirlo".
Cada cinco segundos muere un niño de hambre en alguna parte del mundo. De Londres a Moscú, de Buenos Aires a Pekín, miles de habitantes de todo el planeta se unieron a la marcha del Programa Mundial de Alimentos, organizaciones no gubernamentales como Acción Contra el Hambre y empresas privadas como la compañía de transporte urgente TNT, para denunciar esta situación, cuya erradicación forma parte de los Objetivos del Milenio de la ONU. En Roma, el Papa Benedicto XVI se sumó vivamente a los llamamientos y pidió "la contribución de todos para poder superar la plaga del hambre que aún aflige a la humanidad".
En España, la marcha estaba convocada en nueve ciudades: Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca, Málaga, Vigo y Zaragoza. En Madrid, acudieron unas 4.000 personas que salieron de la Puerta del Sol a las 12 de la mañana. En Suráfrica, los participantes realizaron marchas, que cobraron en función de la distancia recorrida.
José Luis Arcenegui, director de recursos humanos de la multinacional holandesa TNT, contó que la idea de esta marcha surgió por la iniciativa de su presidente Peter Bakker. Hace cuatro años, este filántropo leyó una noticia sobre el hambre en el mundo y decidió poner la empresa al servicio de la causa. Contactó con varias ONG y consiguió el apoyo del Programa Mundial de Alimentos para usar sus recursos en el transporte de alimentos. "Cada vez se nos conoce más por nuestra acción social que por ser una empresa de servicio de correo urgente y logística. Creo que es importante que la empresa privada se tome en serio este tipo de iniciativas", señaló Arcenegui.
Fondos para África
La cifra de 4.000 personas no es muy alta para una capital con más de tres millones de habitantes, pero los participantes de la manifestación no se sintieron pocos en ningún momento y celebraron el encuentro en un ambiente festivo, con payasos, actuaciones de magia y rumba. "No importa la cantidad sino la calidad", comentó ayer Rafael Correa, un colombiano de 59 años, que iba vestido de la Muerte. "Me he vestido así para llamar la atención sobre este problema. Yo he pasado mucha hambre en mi vida por los conflictos que vivió mi país. Ahora como en un albergue todos los días. No quiero que nadie pase lo que yo pasé", señaló el manifestante.
Al final de la marcha, Fernando Casado, director de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, leyó un comunicado en el que reclamó más atención de la comunidad internacional para solucionar el problema de la desnutrición. "Cada día mueren en el mundo 18.000 niños, pero hay alimentos de sobra para todos. Lo dijeron los 191 países que firmaron hace seis años los Objetivos del Milenio y que se comprometieron a erradicar el hambre del planeta antes de 2015. Es cierto que estamos muy lejos de acabar con el hambre pero somos la primera generación que puede conseguirlo", afirmó.
Casado pidió más recursos para combatir la desnutrición, la vieja demanda del 0,7% del Producto Interior Bruto de los países que más tienen para los países del Tercer Mundo, nuevas leyes de comercio internacional y una apuesta por un nuevo modelo de desarrollo y de convivencia.
Los miembros de Acción Contra el Hambre aprovecharon el día para recaudar fondos que serán destinados a las zonas que lo necesitan de forma más urgente. El foco del problema está ahora en el Cuerno de África, al este del continente, donde 40.000 niños podrían morir de hambre en los próximos meses según denunció Unicef la semana pasada.
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