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Aguirre promete que protegerá los árboles del paseo del Prado

"Esa arboleda del paseo del Prado y del paseo de Recoletos va a seguir donde está". Así de contundente fue ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en una entrevista con Europa Press, al interceder en la polémica que enfrenta al Ayuntamiento de Madrid y a la baronesa Carmen Cervera en nombre del Museo Thyssen-Bornemisza, en relación con la reforma del eje Prado-Recoletos.

La baronesa amenazó la semana pasada con encadenarse a los árboles del paseo del Prado para evitar que sean talados por el Consistorio, y ha prometido su participación en la concentración que han convocado varias organizaciones ecologistas frente a la pinacoteca Thyssen el próximo sábado.

El Ayuntamiento, que encabeza Alberto Ruiz-Gallardón, respondió el viernes a las críticas de la baronesa y afirmó que en el tramo del paseo frente al Museo Thyssen sólo actuará sobre 29 árboles, de los que 10 están podridos. Todo el proyecto de reforma del eje, que va desde Atocha a la plaza de Colón, afectará a 690 ejemplares (el 15,2% de los 4.530 árboles que hay en el paseo).

"Yo les anuncio que mientras yo sea presidenta de la Comunidad de Madrid se van a mantener los plátanos del Prado y de Recoletos, los cedros y todas esas arboledas que han tardado más de cien años en verse como están hoy, para que puedan seguir disfrutando de ellas las generaciones futuras, porque tienen un valor extraordinario", afirmó Aguirre.

Justificar cada árbol

La Comunidad tiene capacidad para proteger los árboles del Prado porque la Ley de Protección del Arbolado Urbano habilita al Gobierno regional para supervisar cualquier actuación que quiera hacer el Ayuntamiento de Madrid, que deberá justificar lo que pretende hacer con todos y cada uno de los ejemplares arbóreos.

El arquitecto Carlos Riaño, que pertenece al grupo Trajineros, encabezado por Álvaro Siza, que ha proyectado la reforma del eje Prado-Recoletos, afirmó ayer que cumplirá la ley, y matizó que en la actualidad sólo queda un grupo de árboles centenarios en el paseo. Según Riaño, la mayoría de los ejemplares fueron sustituidos, por edad, estar podridos o para evitar que cayeran sobre los transeúntes. "Ya no queda ninguno de la época de Carlos III, entre otras cosas porque el paseo del Prado era una alameda en su origen y hoy ya no lo es", explicó. "También la Guerra Civil asoló todo aquello, porque los madrileños cortaban los árboles para calentarse", recalcó.

El vicesecretario general del Partido Socialista de Madrid, Antonio Romero, criticó ayer que el Gobierno regional no haya defendido con tanto ahínco los árboles de la M-30 ni los de la llamada carretera de los pantanos (M-501), que Aguirre pretende convertir en autovía. También la organización Ecologistas en Acción denunció "los eufemismos" que usa el Ayuntamiento para encubrir la tala de 700 árboles del paseo del Prado, pues "la arboleda tiene una importancia ecológica de primer orden".

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