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Reportaje:

Cuando sus señorías se ausentaron del Senado

La inasistencia de 23 senadores permite al PP ganar las votaciones al PSOE y cambiar en la Cámara alta la Ley de Reproducción Asistida

Pablo Ximénez de Sandoval

Si se hubiera mantenido el orden del día, la Ley de Reproducción Humana Asistida habría sido apoyada el miércoles por la tarde por todos los grupos políticos menos el PP en el Senado. La ley debía haberse debatido y votado a las 16.00. Con el cambio, se votó a las 22.45. Un total de 23 senadores, de todos los grupos menos CiU, no estaban en sus escaños. Delante de la ministra de Sanidad, que acudió desde Viena para defender el proyecto en el pleno de la Cámara alta, el PP cambió todo el contenido fundamental de la ley y aprobó un texto a su medida. El trabajo de semanas de PSOE, CiU y el ministerio acabó en la papelera y perdido en los diarios de sesiones.

"Fue tontería pura", decía ayer, con un enfado monumental, la senadora Rosa Aleixandre, portavoz de Sanidad de CiU y artífice del acuerdo con la ministra. "Con los que estaban presentes a las siete de la tarde habríamos ganado", aseguraba. "Me ha llamado la ministra a las nueve de la mañana a decirme que lo sentía".

El PP es el partido que tiene más ausencias sin justificar, y multará a los parlamentarios
Los ausentes alegaron compromisos políticos, médicos o familiares para faltar al pleno

La coincidencia del debate y la votación con el partido de semifinales de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Milan (a las 20:45) levantó ayer todo tipo de suspicacias sobre las ausencias de los senadores. Sin embargo, de los 23 ausentes, apenas hay unos pocos que no hayan presentado una justificación ante sus portavoces, que ayer se esforzaban por desmentir frivolidad alguna en su comportamiento. "Precisamente, el que quiere ver el partido se queda en el despacho y baja a votar", coincidían en afirmar los portavoces de PP y PSOE en el Senado, Pío García Escudero y Joan Lerma.

Había 236 senadores. Faltaban uno de Coalición Canaria, cuatro de la Entesa Catalana (los partidos del tripartito de la Generalitat), uno del Grupo Mixto, tres del PNV, ocho del PSOE y seis del PP. Los populares habían introducido enmiendas en la Comisión, y el primer objetivo era quitarlas del texto. Votación: 119 sí, del PP; 117 no. Primera sorpresa. Después se votaron las enmiendas del PP. Mismo resultado. Después las modificaciones pactadas con esfuerzo por CiU, PSOE y PNV: 119 no, 117 sí. El Senado no sólo no logró aprobar la ley de la ministra Salgado. Prácticamente la convirtió en la misma ley de reproducción asistida que el Gobierno del PP aprobó en 2003. Con ello se vuelve a prohibir la donación de los embriones sobrantes para investigar y la selección genética de embriones para obtener bebés que sirvan de donantes para sus hermanos. En el Congreso, una mayoría parlamentaria distinta tendrá que volver a cambiarla.

La portavoz de Sanidad del PNV, Inmaculada Loroño, que había participado en el acuerdo de PSOE y CiU, explica que las tres ausencias de su grupo estaban justificadas. Una senadora tenía un pleno municipal, y los otros dos debían reunirse con el presidente del partido, Josu Jon Imaz. "Se fueron a las nueve de la noche, y avisamos al PSOE de las ausencias. Nos dijeron que no había problema", cuenta. Anteriormente, los mismos partidos habían ganado por cinco votos la votación de la Ley de Televisión Pública. "Pero al entrar a la votación yo ya me di cuenta a simple vista de que faltaba más gente que antes". El PNV se abstuvo en la última votación, la del dictamen final, que quedó 118 sí (el PP aprobaba el proyecto modificado), 114 no y cuatro abstenciones. La situación era tan enrevesada que los partidos que habían consensuado la ley se veían obligados a votar que no a la misma y el partido que se oponía votaba que sí al resultado final de su tramitación en el Senado.

En la votación anterior, a las ocho menos cuarto de la tarde, de la Ley de Televisión, estuvieron presentes 247 senadores. Las enmiendas del PP fueron rechazadas y el proyecto salió adelante con una diferencia de siete votos: 127 contra 120. Sin embargo, entre una votación y otra, 11 senadores abandonaron el Senado. Dos del PP y nueve del resto de los grupos. Varias de las ausencias entraban en los cálculos de los portavoces, pero la mayoría en el hemiciclo había cambiado.

El propio PP ganó las votaciones con seis ausencias, y pese a la equivocación de un senador que se alineó con el PSOE en la última votación. Además, es el único partido que no tiene perfectamente documentadas las razones. García Escudero aseguró ayer que sólo estaba justificada la ausencia de Manuel Fraga. "Cinco de ellos no estaban excusados, y recibirán la multa", aseguró. Aunque lo que ocurrió el miércoles es excepcional, "rara es la vez que no gana el PP alguna votación", afirma su portavoz, por la composición del Senado (el PP, con 125 senadores, está a cinco de la mayoría absoluta).

El portavoz de Sanidad del PP, Antonio Román, explica: "Tenía hecho un cuadro de votación en el que perdíamos todo, a no ser que hubiera algún error en la votación". Román tenía previsto pedir la votación individual de las enmiendas, a ver si podía ganar alguna. "Después de dos votaciones, no entendía lo que estaba pasando, entonces me di cuenta de que les faltaba gente". Cuando acabó todo, se acercó a saludar a la ministra Salgado. "Estaba sola", dice.

Román reconoce que la ausencia de senadores es habitual, pero destaca que su partido "se mantuvo en el mismo número de senadores toda la tarde". Sin embargo, ayer no hablaba en absoluto en términos de victoria. "A medio y largo plazo esto hace un gran daño al Senado. El análisis que hace el ciudadano es que una ley se modifica porque unos señores no están en su puesto de trabajo", dice.

En el PSOE, la situación era la inversa. La dirección del grupo tenía ayer la justificación de siete de las ocho ausencias. Lerma expresó además su indignación por la insinuación de que el fútbol fue la causa de la derrota de la ley, al ser su grupo el principal perjudicado por esta imagen. Las razones varían entre familiares y médicas. También hubo compromisos políticos. Son los casos de un senador que tenía una reunión sobre el Estatuto de Andalucía, otro que estaba en una reunión de la Ejecutiva en Navarra y el alcalde de A Coruña, que tenía un compromiso.

La disciplina interna del grupo socialista tiene fama de estricta en el Senado. Todos los senadores que se ausentan de una votación reciben una sanción económica que ronda los 600 euros. Sólo a posteriori, dentro de un plazo determinado, pueden presentar un pliego de descargo para evitarla.

En la Entesa, una de las ausencias no estaba justificada. Las otras tres eran por compromisos políticos. Los dos senadores de ICV, así como uno de ERC, tenían reuniones con la delegación catalana que está defendiendo el Estatuto de Cataluña en la Cámara. De hecho, el senador de ERC pidió permiso para irse "para que nadie creyera que se iba al fútbol".

Aleixandre está de acuerdo en que el partido no fue la causa del descalabro. De hecho, los seis de CiU eran los únicos que estaban todos, con el Barça jugando. Pero afirma con indignación que "el que tenga otras cosas que hacer, que deje algo, o que deje el Senado". "Yo estoy dirigiendo tres tesis doctorales", aparte de otros compromisos. "Pero estaba aquí porque ésta es una ley mejor para el usuario. Yo me lo creo. El que no se lo crea que se vaya".

Los portavoces del PP y PSOE en el Senado, Pío García Escudero y Joan Lerma.
Los portavoces del PP y PSOE en el Senado, Pío García Escudero y Joan Lerma.U. M.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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