La Eurocámara afirma que la CIA realizó un millar de vuelos secretos en Europa
El informe sugiere que los Veinticinco estaban al tanto de los secuestros de sospechosos
El socialista italiano Claudio Fava, encargado de elaborar el informe del Parlamento Europeo sobre las actividades de la CIA en Europa, consideró ayer probado que el espionaje estadounidense secuestró en territorio comunitario a sospechosos de terrorismo y los trasladó a países en los que se practica la tortura. Y que todo esto no sucedió de espaldas a los Gobiernos de Europa. El eurodiputado Fava consideró en su borrador de informe preliminar "inverosímil" que "ciertos Gobiernos europeos no tuvieran conocimiento" de lo que sucedía dentro de sus fronteras, y asegura que 1.000 aviones fletados por el espionaje estadounidense aterrizaron Europa.
El informe del ponente debe ahora someterse a la fase de enmiendas y posterior aprobación de los grupos políticos de la Eurocámara. Todas las formaciones, salvo los populares europeos, que aún no se han pronunciado, anunciaron su intención de apoyar el texto, según fuentes parlamentarias.
El ponente de la comisión asegura además que más de mil aviones fletados por la CIA han utilizado aeropuertos de los Estados miembros de la UE, según datos de Eurocontrol. Fava fundamenta sus acusaciones en los testimonios y documentación a los que ha tenido acceso la comisión durante los cuatro meses que duran ya sus trabajos. Después de que Matías Vallés, periodista del Diario de Mallorca -la publicación que informó sobre los vuelos que hicieron escala en la isla- compareciera ante la comisión la semana pasada, Fava indicó que España se encuentra entre los países implicados, y dijo que la comisión espera recibir información del Gobierno español sobre las más de 40 estancias de aparatos de la CIA en Palma de Mallorca. Asimismo, recordó que aguardan una respuesta del director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz, cuya comparecencia han solicitado los eurodiputados.
El informe explica que la CIA utilizó aviones fletados por compañías ficticias o por líneas aéreas regulares en las que trasladaron a sospechosos de terrorismo a países como Egipto, Jordania, Siria y Afganistán, "que utilizan frecuentemente, como reconoce el Gobierno de EE UU, la tortura en sus interrogatorios". Y recuerda que las confesiones obtenidas bajo tortura en ningún caso pueden ser válidas. Duda además de la utilidad de dichas informaciones a la hora de prevenir actos terroristas.
Por el banquillo de la Eurocámara han desfilado durante estos cuatro meses autoridades europeas y de los Estados miembros, abogados, representantes de ONG y periodistas. El informe provisional de Fava cita el caso de Abu Omar, el ciudadano egipcio secuestrado por la CIA en febrero de 2003 a plena luz del día en las calles de Milán. Considera "igualmente inverosímil" que el secuestro se produjera sin conocimiento del Gobierno o los servicios secretos italianos. El informe recuerda que cooperar de forma activa o pasiva en detenciones secretas supone una violación de los derechos humanos y extiende la responsabilidad para los casos en que policías o agentes de los servicios secretos cooperen con las autoridades extranjeras o no impidan una detención de la que no tenga conocimiento el Gobierno al que pertenecen.
Italia, Suecia y Bosnia
Además de Italia, los Estados de Suecia y Bosnia-Herzegovina también aparecen citados en el texto. Sorprende sin embargo la ausencia de Alemania, cuyo ciudadano, Jaled Al Masri fue secuestrado en 2003 por la CIA en Macedonia y trasladado con posterioridad a Afganistán, donde asegura haber sido torturado. Respecto a Suecia, el informe lamenta la entrega de los detenidos por parte de Estocolmo a El Cairo. La organización estadounidense Human Rights Watch asegura que los detenidos sufrieron torturas en Egipto. Y también habla de los seis ciudadanos bosnios de origen argelino entregados por Sarajevo a la CIA.
El informe presentado ayer debe someterse a la aprobación de los miembros de la comisión temporal el próximo junio, y del pleno del Parlamento en julio. "Contará con el apoyo de liberales, socialistas y Verdes", informó la eurodiputada socialista Elena Valenciano, que consideró el texto "muy equilibrado". El popular José Ignacio Salafranca explicó que su grupo aún debe discutirlo. "Pero salvo dos o tres puntos, parece que el informe reúne los elementos para configurar una mayoría", señaló.
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