Millón de miedos
Un millón de chavales de 52 países de Europa y Asia Central viven en centros de acogida y están en riesgo de sufrir violencia
"Escandaloso. Criminal. Si las acusaciones son ciertas, es muy preocupante. Un escándalo para Suiza y para España", exclamó el nuevo Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg. Acababa de ser informado sobre el cierre, en Girona, de un reformatorio ilegal por maltratar y enjaular a menores suizos.
Hammarberg, un sueco de 64 años, asistía el miércoles en Montecarlo, y no por casualidad, a su primer acto como la mayor autoridad del continente en la defensa de los derechos humanos; un congreso que lanzó un plan de tres años para combatir la violencia contra los niños en los 46 países del Consejo de Europa, el organismo continental que vela por los derechos humanos. Hammarberg, ex secretario general de la ONG Save the Children Suecia, tiene en la cabeza algunas cifras que suenan como mazazos. Las de la violencia a la que están sometidos muchos de los 155 millones de niños de estos 46 países.
Los expertos internacionales estiman que un millón de menores de Europa y Asia Central viven en instituciones. En cada uno de estos 52 países (entre los que figura España) los chavales corren el riesgo de ser maltratados en esos centros. "A medida que se conocen datos, resulta cada vez más claro que la violencia en estos centros es generalizada en toda la región", reza el último informe sobre malos tratos en centros residenciales realizado para Naciones Unidas. "La situación puede ser menos grave en un país que en otro, pero desde el Reino Unido hasta Uzbekistán están produciéndose abusos de una u otra forma y a una escala significativa".
Los chicos viven en estos centros de manera permanente (porque no tienen padres o no pueden convivir con ellos) o transitoria, porque pasan por centros de reforma o acogida o porque se les confía a grupos como Time Out, la asociación que envió a los cinco chavales suizos al reformatorio ilegal de Girona.
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en una revisión de la situación en 30 países, sobre todo europeos, halló malos tratos en instituciones de acogida en Croacia, República Checa, Georgia, Grecia, Rumanía y Eslovenia. Añade que en siete naciones, incluida Suiza, los menores bajo custodia policíal sufren malos tratos e incluso tortura. En un correccional de Croacia los guardianes acostumbran a patear, dar puñetazos o pegar con porras a los chavales si no obedecen. A veces, las sevicias que sufren son incluso legales. En Francia, Grecia o Estonia, por ejemplo, está permitido el castigo físico en los centros de acogida.
Europa se planta
No sólo en residencias están los niños sometidos a violencia. El colegio, la calle, incluso los teléfonos móviles o Internet son potencialmente peligrosos.
También la familia (ver cuadro adjunto, con datos de diversos organismos), a través de abusos sexuales, palizas o cachetes ocasionales. Lo repitieron hasta la saciedad muchos de los 250 expertos europeos reunidos en Montecarlo. Entre ellos estaban 17 menores que habían trabajado durante dos días para exponer su visión. "¿Por qué un hombre que pega a otro hombre es castigado y si pega a un niño, no?", preguntó una de ellos.
"Los actos violentos contra los niños persisten, se desarrollan y toman nuevas formas"
alertaba Maud de Boer-Buquicchio, secretaria general adjunta del Consejo de Europa, e impulsora del plan Construir una Europa por y para los niños, que se ha dado tres años para ofrecer a los países miembros estrategias para acabar con la violencia contra los pequeños y garantizar herramientas para que los chavales hagan oir su voz. "Ningún país está libre de estos actos y ninguno lo ha hecho todo para remediarlo", advirtió.
Hubo una palabra que se repitió en el encuentro. Urgencia. Es urgente acabar con la violencia contra los niños. Cambiar las leyes ya. Para prohibir el castigo físico y, con ese poder ejemplificador, que cambie la mentalidad de los adultos sobre los niños, mermados en sus derechos. En la mayoría de los países, asegura el Consejo de Europa, la mayoría de los padres todavía cree que es aceptable abofetear o dar un capón a su hijo.
Las cifras de un riesgo
- Cuatro niños menores de 15 años mueren al día en Europa por homicidio. Los menores de cuatro años tienen el doble de riesgo.
- La causa fundamental es el maltrato.
- Por cada niño o joven asesinado hay entre 20 y 40 víctimas de maltrato que necesitan tratamiento hospitalario.
- Entre el 10 y el 30% de los niños de muchos países europeos son golpeados con cinturones, palos u otros objetos.
- Sólo 16 naciones de las 46 del Consejo de Europa prohíben el castigo corporal.
- Un 9% de los niños en 14 países europeos sufren abusos sexuales. La mayoría son niñas.
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