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Reportaje:

Enrique Asín Cardiel: "Hay que ir muy lentos en la aplicación de células madre a humanos".

Jefe de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid

Responsable de la salud de muchos corazones madrileños, Enrique Asín Cardiel, que tambien dirige el Instituto de Enfermedades del Corazón, es uno los cardiólogos más prestigiosos del país. En su despacho del Ramón y Cajal -una especie de microondas (el sol le da de plano) atiborrado de papeles-, y en medio de constantes interrupciones telefónicas, Asín, ajetreado y cansado, se muestra optimista ante la llamada paradoja cardiovascular -la medicina avanza con fuerza en este terreno, pero la mortalidad por las enfermedades cardiovasculares no disminuye; es más, aumenta- y descarta que estemos igual que hace una década. "Cada vez sabemos más de la importancia de los factores de riesgo, de los clásicos y también de los nuevos, y el mensaje incide mejor en la población. Es paradójico porque aumenta ligeramente o se mantiene la prevalencia de estas enfermedades, pero la razón es que la gente vive más tiempo. Las enfermedades cardiovasculares derivadas de la arteriosclerosis están muy relacionadas con la edad".

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No es tan optimista Asín cuando se trata de los avances tecnológicos y farmacológicos, y sale a relucir la opinión de su famoso colega el doctor Braunwald: los médicos están fallando, y si aplicaran bien lo que conocen se podrían obtener beneficios mayores para los pacientes. "Estoy absolutamente de acuerdo en que a veces, y esto sería una autocrítica, quizá por la presión de la sociedad fundamentamos nuestros esfuerzos en las técnicas de diagnóstico y damos menos importancia a aplicar los conocimientos existentes a la prevención, donde medidas muy sencillas pueden tener una repercusión mucho mayor que tratamientos sofisticados".

Quizá por eso pone en su justo sitio las novísimas técnicas de imagen, esos TAC que permiten explorar un órgano en un segundo o ver imágenes del corazón con una definición altísima. "Es necesario evitar el sensacionalismo en las noticias. Ciertos procedimientos diagnósticos nuevos, como el TAC multicorte, suponen un avance en el diagnóstico de la enfermedad coronaria, pero tienen sus limitaciones desde el punto de vista de los resultados diagnósticos. Y tampoco se debe utilizar de forma muy repetida porque la radiación de esta técnica es alta. No es la panacea".

¿Y qué hay de las células madre, la gran revolución de la medicina regenerativa? "Trabajamos con células madre adultas que se extraen de la médula del propio paciente, y que, bien manipuladas, pueden tener el efecto perseguido. Estamos dando los primeros pasos con pacientes. Después de un infarto agudo de miocardio les aplicamos células madre para convertirlas en miocárdicas, en un intento de que el daño sea menor. Y también en pacientes con un deterioro en la función contráctil del corazón, como alternativa al trasplante cardiaco, para intentar sustituir ese tejido irreversiblemente dañado. Pero todavía hay muchos interrogantes. Por ejemplo, ¿qué tipo de células usar, si de la medula ósea o mioblastos?, ¿qué cantidad?, ¿si células solas o acompañadas de factores de crecimiento?, ¿cuál es la mejor vía, si intracoronaria, como hacemos nosotros, o de implante quirúrgico? Es una puerta al futuro, pero hay que ir muy lentamente en todo lo que supone su aplicación en seres humanos".

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