Castilla-La Mancha se suma al rechazo a que se represente en Toledo la obra de Leo Bassi

Leo Bassi y su La revelación se han convertido en el centro del debate sobre la programación cultural y la libertad de expresión en una ciudad como Toledo. Al rechazo de la Iglesia, manifestado por el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, y del Ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el PP, se sumó ayer la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El Gobierno que preside el socialista José María Barreda hizo público su rechazo al montaje programado para este sábado dentro del Festival de Teatro Independiente T+T.

"No lo apoyamos", dijo ayer el vicepresidente segundo y portavoz del Ejecutivo regional, "porque buena parte de la sociedad de esta región, y singularmente de Toledo, se puede sentir ofendida en sus creencias". Según Emiliano García-Page, la postura del Ejecutivo regional nada tiene que ver con "las relaciones de poder" entre la Iglesia católica y el Gobierno. "Nosotros como gobierno no apoyamos ni apoyaremos nada que contribuya a ofender a ninguna creencia, religiosa o de cualquier otro tipo". Mantiene la subvención de 9.000 euros para el festival de teatro sin que en ningún caso se destine a sufragar el montaje de Bassi. Un día antes, el grupo municipal socialista de Toledo había calificado de censura la postura del alcalde José Manuel Molina.

El festival ha decidido mantener en su programación La revelación, pero, ante la petición de la Escuela de Artes de que no se represente allí como estaba previsto, finalmente se hará en el local conocido como "túnel de sindicatos", cedido para la ocasión por CC OO y UGT, informa Efe.