El jefe de la misión de la ONU en Haití confía en que España mantenga sus fuerzas de paz en el país

Juan Gabriel Valdés, jefe de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah), confía en que España prorrogue su presencia en la convulsa república caribeña y que la retirada de las tropas españolas, prevista para el 5 de abril, sea reversible o, al menos, no suponga el abandono de la misión. "Es importante que los efectivos españoles nos sigan ayudando", dijo Valdés ayer en Madrid. "Comprendemos las dificultades de todos los países que participan en una operación de paz de la ONU, pero queremos que España entienda nuestro punto de vista". Para ello el diplomático chileno se reunirá hoy con los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de Interior, José Antonio Alonso, así como con el secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, a los que expondrá con detalle la situación que vive Haití "y el papel importante que cumple España".

La decisión de retirar a los 200 militares que desde 2004 mantienen la seguridad en la zona norte del país fue anunciada por el ministro de Defensa, José Bono, el pasado 8 de febrero, un día después de la celebración de los comicios presidenciales haitianos, que dieron el triunfo a René Préval. El compromiso español, recuerdan en Defensa, era colaborar hasta las elecciones. Junto a ello, pesa también la frustración que ha generado en las tropas el retraso en la llegada de la ayuda, que paraliza los proyectos de desarrollo, y el poco avance en la estabilización institucional.

Desde la Minustah apuntan, sin embargo, que aún falta la segunda vuelta de las elecciones legislativas, prevista en principio para abril, y los comicios municipales, que se celebrarían en mayo. La ONU intenta por todos los medios que España mantenga sus efectivos en Haití al menos hasta que se complete todo el proceso electoral, tal y como solicitó el secretario general de la organización, Kofi Annan, en una carta remitida al Gobierno español hace dos semanas.

Una posible alternativa a los infantes de Marina sería el envío de un contingente de guardias civiles y policías, que se unirían a la treintena de compañeros que ya trabajan en la Minustah. Se trata de explorar vías de participación, dijo Juan Gabriel Valdés, que trae bajo el brazo un batería de argumentos: el éxito de las elecciones presidenciales, en las que los haitianos votaron masivamente y, por primera vez, debidamente identificados; el compromiso de renovar el apoyo financiero, alcanzado por instituciones y países donantes la semana pasada, o la necesidad de apoyar a un presidente, René Préval, que "no está dispuesto a regresar al pasado".