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La tormenta de los Rolling Stones pasa por Buenos Aires

Graves incidentes en el exterior del Estadio Monumental causan 40 heridos y 125 detenidos

Jorge Marirrodriga

Ante 70.000 personas y bajo una lluvia torrencial, los Rolling Stones se despidieron en Buenos Aires el jueves por la noche (madrugada de ayer en España) de la etapa suramericana de su gira Bigger Bang Tour. Pero la tormenta no sólo se vivió en los cielos de la capital porteña. Fuera del Estadio Monumental, donde se celebraba el concierto, se registraron violentos disturbios durante varias horas que finalizaron con un saldo de 40 heridos, 125 detenidos y decenas de coches destrozados.

El segundo concierto de la legendaria banda británica en Buenos Aires confirmó todas las previsiones apuntadas el pasado martes, en el mismo lugar. Después de ocho años de ausencia, Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts regalaron a sus seguidores -ya de tres generaciones- un espectáculo lleno de fuerza donde se combinaron los temas dedicados a los seguidores de los primeros momentos del grupo con las canciones más recientes presentes en su último disco, A Bigger Bang.

Vestido de negro, delgadísimo y con una chaqueta de raso del mismo color, Jagger se dirigió en español a la multitud que bailaba y cantaba ajena al aguacero que le caía encima. "Los extrañamos mucho. ¿Cómo están? ¡Están igual!", afirmó el cantante ante el público. "Es increíble la vitalidad que conservan a su edad", opinaba Joaquín Vildósola, un ingeniero de 26 años, que resaltó que lo mejor de la actuación fueron los temas que los Rolling tocaron, que provocaron "una química muy intensa entre ellos y nosotros".

Desgraciadamente, también se confirmaron las previsiones hechas por las fuerzas de seguridad el pasado martes, cuando en las inmediaciones del Estadio Monumental se produjeron algunas escaramuzas con jóvenes que pretendían acceder al concierto sin entrada. Unos mil efectivos de la Policía Federal vigilaban un intrincado vallado alrededor del estadio para evitar tumultos, pero se vieron sorprendidos por la avalancha de personas, en su mayoría muy jóvenes, sin entrada, que intentaban acceder por la fuerza al recinto. La tensión se disparó dos horas antes de que comenzara el espectáculo y numerosas personas se acercaron hasta los agentes para denunciar que bandas de incontrolados les estaban robando las entradas.

"Mucha gente se dirigía al Monumental diciendo en voz alta que se iban a colar porque era muy fácil y ya lo habían hecho en otras situaciones", asegura Matías Olivera, de 29 años y guardia de seguridad, cuyo domicilio está situado a pocas manzanas del estadio y que fue testigo en primera fila de cómo la situación quedó fuera de control. "Había gente que había tomado mucho alcohol", añade Olivera. Carreras, agresiones, roturas de cristales de coches llenaron las inmediaciones del lugar donde los Rolling Stones cantaban, desconocedores de lo que estaba sucediendo. Al final, la policía detuvo a 125 personas, entre ellas una veintena de menores de edad. Otras 40 personas resultaron heridas -entre ellas, 14 policías-, algunas con politraumatismos.

La gira de los Rolling Stones por Suramérica se ha cerrado con un espectacular éxito de público. A las 170.000 personas que han visto tocar en directo a la banda en Argentina hay que sumar el millón de seguidores a los que el pasado sábado obsequiaron con una actuación gratuita en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. La banda actúa mañana en México y luego continuará el Bigger Bang Tour por Estados Unidos y Japón.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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