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AULAS | UN PUENTE ENTRE FP Y LA UNIVERSIDAD

Andalucía es la región con más convalidaciones entre FP y la Universidad

El porcentaje llega hasta el 39%

Anabel Marín, malagueña de 29 años, terminó el ciclo de Administración y Finanzas de Formación Profesional (FP) en junio y se puso a trabajar en septiembre. Necesitaba salir de su casa y le agobiaba seguir sentada ante una pizarra. Tenía 22 años. Siete años después, en 2005, se había casado, había adquirido un piso y un coche y regresó al aula para hacer la diplomatura de Empresariales en la Universidad de Málaga.

Más o menos así comienza de nuevo la vida de estudiante de los más de 850 jóvenes andaluces que eligieron hacer un curso de FP para ponerse a trabajar cuanto antes y que en los últimos cuatro años han decidido continuar su preparación en la Universidad. En su decisión ha influido el convenio que la Junta mantiene con seis provincias andaluzas por el que las universidades garantizan por escrito a los estudiantes que les convalidarán al menos un 20% de lo que ya habían estudiado. La Consejería de Educación llega a convalidar hasta el 39% de una carrera gracias al acuerdo que han firmado las universidades de Jaén, Huelva, Cádiz, Almería, Málaga y desde el curso que viene, también Sevilla. El reconocimiento académico es el más alto de España, tanto que sería lógico plantearse cuál de los dos caminos, si son tan equiparables, merece más la pena.

Si uno de los objetivos de la educación es acceder al mercado laboral, ¿entonces por qué los estudiantes de FP eligen seguir sentados en un aula universitaria? Es más, habida cuenta que las facultades ofrecen un conocimiento más teórico y que los cursos de grado superior de FP obligan a un aprendizaje más práctico (300 horas mínimas en una empresa), ¿por qué el alumno decide pasarse al otro bando?

Anabel dice que ahora le apetece estudiar más que entonces. "Con 22 años me faltaba tiempo para empezar a trabajar, tenía ganas de salir de casa de mis padres", explica. Ahora se levanta temprano para entrar en las oficinas del 061 en Málaga, regresa a su casa para hacer el almuerzo. Come y sale disparada para la Universidad. "No siempre puedo asistir a clase", lamenta. Vuelve, limpia un poco, hace la cena y entonces encuentra tiempo para estudiar.

En España existe históricamente una fractura entre las enseñanzas de Formación Profesional y las universitarias. Los estudiantes y los padres entienden que la FP es "para los que no pueden o no les gusta estudiar" y la Universidad para los que van a hacer carrera. Un estudio de la Cámara de Comercio descubrió que seis de cada diez titulados en FP encontraba trabajo nada más terminar el curso y que a cuatro de esos seis les fichaba la propia empresa en la que habían hecho prácticas.

Anabel las hizo en Mapfre, que ya tenía cubierto el cupo de contratos, pero no tardó en encontrar trabajo. "Cuando terminé el Bachillerato, quise meterme en la Universidad, pero pensé: ¿Y si se me atraviesa? ¿Y si me paso cinco años y no encuentro trabajo?". El mismo estudio le da la razón: Un licenciado universitario tarda hasta cuatro veces más en encontrar su primer empleo (unos 12 meses).

En Andalucía, se pueden llegar a estudiar 27 títulos universitarios diferentes desde 32 cursos de FP. En el 40% de esos saltos a la universidad convalidan más del 25% de la carrera. La semana pasada el Gobierno presentó esta misma fórmula al Consejo de Coordinación Universitaria con idea de hacer extensible las mismas facilidades a todo el territorio.

Los últimos son los primeros

Si se tratara de una maratón hacia el mercado laboral, podríamos decir que los estudiantes de FP escuchan el disparo de salida varios años antes que sus compañeros de facultad. No sólo tienen trayectorias profesionales muy distintas, el estilo de vida de Anabel a los 22 años no estará al alcance de ningún universitario hasta los 28 o 30 años. Francisco Cantalejo, el director de la Escuela de Empresariales de Málaga, donde estudia Anabel y donde existe el porcentaje más alto en Andalucía de alumnos de FP (96 solicitudes), cree que "los estudiantes de grado superior saben dónde buscar el trabajo mejor que los universitarios".

La directora general de Formación Profesional, María José Vázquez, reconoce que a largo plazo las diferencias entre ambos sistemas se hacen mayores. "Los de FP encuentran trabajo más rápido, pero después lo tienen difícil para progresar en la empresa", dice. Vanesa Luna, malagueña de 21 años, terminó FP y trabaja en una empresa de electricidad, podría adquirir la categoría de técnico e incluso ser ascendida a algún cargo intermedio, pero ahí acabará su trayectoria profesional. Mientras que los universitarios tienen mejores expectativas profesionales. "Con un título universitario te pagan más por el mismo trabajo", reconoce Vanesa. Este año también se ha matriculado en Empresariales.

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