La Cámara guipuzcoana plantea 46 medidas para afrontar la deslocalización de empresas
Propone un seguro salarial para los trabajadores afectados por el traslado de actividades
La Cámara de Comercio de Guipúzcoa presentó ayer un documento con 46 medidas para minimizar los efectos negativos de la deslocalización de empresas en Euskadi. Entre sus propuestas figura clonar parques tecnológicos en áreas del extranjero interesantes, crear un seguro salarial para los trabajadores afectados y la devolución por parte de las firmas que decidan abandonar Euskadi de las ayudas públicas que hubiesen recibido para atraer inversiones. Plantea también ligar, en la medida de lo posible, los aumentos salariales a los resultados empresariales.
Catorce expertos ligados y ajenos a la Cámara de Guipúzcoa, entidad que representa a la práctica totalidad de las empresas y el sector comercial de la provincia, han trabajado durante dos meses para elaborar un estudio que analiza el fenómeno de la deslocalización y plantea casi medio centenar de medidas para reducir sus efectos negativos e incentivar los positivos, según explicaron ayer el presidente y el director de la entidad, José María Echarri y Félix Iraola, respectivamente.
El informe, que se suma a otro elaborado hace más de un año, señala que el traslado parcial o total de las actividades empresariales a otros países genera beneficios a las compañías que lo realiza. Ahora bien, añade que hay "grupos de agentes perdedores", es decir, los trabajadores que resultan perjudicados. Lo saben bien, por ejemplo, los empleados de la planta vitoriana de Pferd Rüggerberd, conocida como Caballito, a quienes la empresa amenazó con trasladar toda la producción a Polonia si mantenían su huelga, que finalmente duró más de dos años.
Por ello, la Cámara pone sobre la mesa casi medio centenar de medidas dirigidas tanto a intentar que el tejido empresarial del País Vasco pueda salir beneficiado del proceso de globalización y consecuente deslocali-zación de actividades, como a mitigar las consecuencias negativas de este fenómeno.
El informe recoge 16 medidas referidas a la internacionalización, otras tantas ligadas a la innovación y 14 relacionadas con el empleo. Entre todas destaca como "fundamentales" cuatro. Para empezar, subraya la necesidad de clonar parques tecnológicos en el extranjero. El texto apunta que, en principio, las empresas de gran tamaño son las que más pueden beneficiarse de la deslocalización. "El reto", dice, está en lograr que las pequeñas y medianas firmas, mayoritarias en Euskadi, se favorezcan de los procesos de externalización. La Cámara plantea crear áreas industriales en zonas que resulten interesantes para las empresas vascas, a fin de instalar en ellas un determinado número de empresas complementarias y, ademas, acceder a proveedores más baratos y a mercados más amplios.
Ayudas públicas
Por otra parte, propone implantar un fondo social para evitar los perjuicios de los trabajadores que pierdan el empleo en Euskadi como consecuencia del traslado de actividades de su empresa a otro país. Los operarios cobrarían este seguro salarial mientras estuvieran desempleados y en proceso de reconversión. La prima podría estar cubierta por "un determinado porcentaje" de los ahorros de las empresas derivados de la deslocalización y por una cantidad a cuenta de la liquidación final que los trabajadores suelen recibir al cesar su empleo.
Aboga además porque las ayudas públicas a la inversión estén condicionadas a que las empresas no se trasladen. Plantea igualmente poner en marcha un observatorio de la globalización que proporcione información y asesoramiento e impulse la innovación y la cooperación empresarial.
Junto a estas cuatro medidas "fundamentales", apuesta también, entre otras cosas, por ligar en la medida de lo posible los incrementos salariales a los resultados de las compañías, fomentar el diálogo social para lograr un marco de relaciones laborales "menos conflictivo" y deslocalizar la producción de menor valor añadido, con idea de dedicar el aumento de la rentabilidad a la mejora de la capacidad tecnológica de la empresa.
El director de la Cámara resaltó que lo importante es "actuar" y "evitar que el efecto neto" de la deslocalización en Euskadi "sea negativo". Según datos de 2004, el País Vasco suma 158.709 empresas. De ellas, unas 155.000 tienen su centro de decisión en la comunidad autónoma y las demás, en el resto de España. De esas 155.000 firmas, 1.100 mantienen una planta o parte de su producción fuera de Euskadi, fundamentalmente en Europa (55%) y América (35%), seguidas de África (3,15%) y Oceanía (0,60%). El saldo, de momento, es "positivo", apostilló Iraola.
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