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Reportaje:VIAJE AL ÚLTIMO PLANETA

Destino Plutón

La primera misión espacial al planeta helado tiene previsto iniciar hoy su viaje de 10 años y 5.000 millones de kilómetros

Plutón, el único planeta del Sistema Solar que no ha sido visitado u observado de cerca por una nave espacial de la Tierra, es el objetivo de la sonda New Horizons que, a partir de hoy, dispone de luz verde para despegar. Tiene por delante un largo viaje de 5.000 millones de kilómetros, que cumplirá en 10 años como mínimo, y realizará la mayor parte del trayecto en hibernación.

Cuando esté aproximándose a Plutón, sus cámaras y detectores empezarán a funcionar para captar detalles nunca vistos del planeta y de su luna Caronte. Se acercará hasta 10.000 kilómetros del planeta de la frontera del Sistema Solar, pero pasará de largo. No está diseñada para descender allí, ni siquiera para ponerse en órbita, ambas cosas demasiado complicadas con los recursos disponibles. Sin embargo, con la información que recoja en el sobrevuelo los científicos esperan comprender mejor ese mundo extraño que es Plutón, o ese sistema planetario doble Platón-Caronte, como prefieren denominarlo algunos.

Será la nave más rápida. Llegará a la altura de la Luna en nueve horas
La misión captará detalles nunca vistos del planeta y de su luna Caronte
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Plutón es un planeta pequeño (su diámetro es de sólo dos tercios del diámetro de la Luna terrestre) y helado (230 grados centígrados bajo cero, según se ha podido determinar hace poco). Visto desde la Tierra, ese cuerpo celeste remoto es 50.000 veces menos brillante que Marte y su diámetro aparente es un 1% del diámetro del planeta rojo. Seguramente está hecho de hielo y roca, y su superficie muestra un fuerte contraste de zonas brillantes y zonas oscuras. Es un mundo misterioso.

La misión a Plutón es un viejo sueño de los científicos espaciales que ha pasado por varios retrasos, cancelaciones, cambios de nombre y modificaciones de planes hasta llegar a la rampa de lanzamiento. La oportunidad de lanzamiento comenzó el pasado 11 de enero, pero hubo que retrasarlo por problemas técnicos del cohete. New Horizons lleva siete instrumentos científicos a bordo, incluidas cámaras, y una gran antena para mantener la comunicación con la Tierra. La misión cuesta 700 millones de dólares, algo menos del presupuesto inicial de la misión de los dos robots Spirit y Opportunity en Marte. New Horizons ha sido desarrollada por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins, por encargo de la NASA, con Alan Stern, del Instituto de Investigación del Suroeste (Boulder, Colorado), como investigador principal.

El lanzamiento a bordo de un cohete Atlas V desde la base espacial de cabo Cañaveral (Florida, EE UU) puede realizarse entre hoy y el 14 de febrero, y según el día en que salga así será su trayectoria. Si parte antes del 28 de enero, pasará por Júpiter (a una velocidad de 27 kilómetros por segundo) 13 meses después de salir de la Tierra, tomará impulso gravitacional en el planeta gigante y llegará a Plutón a mediados de 2015. Si se retrasa la partida unos días, hasta el 2 de febrero, todavía podrá impulsarse en Júpiter y llegaría a su destino en 2016 o 2017. Las cosas pueden complicarse y todavía, hasta el 14 de febrero, es posible el lanzamiento, pero ya no estaría Júpiter en la trayectoria y el viaje de New Horizons podría alargarse hasta julio de 2020. Si se llegase al 15 de febrero con el cohete -y la sonda- en tierra, habría que aplazar la partida de la nave un año.

New Horizons pesa casi 500 kilos, con una antena principal de 2,2 metros de diámetro. A bordo lleva un generador termoeléctrico de radioisótopos para suministrar energía a los sistemas, ya que tan lejos del Sol como va a estar de nada servirían unos paneles solares. Será la nave más rápida que ha salido de la Tierra: llegará a la altura de la Luna en nueve horas (los astronautas del programa Apolo tardaban tres días). Si pasa por Júpiter tomará datos del planeta y sus lunas, pero durante la mayor parte del viaje New Horizons estará hibernada, lo que permite un ahorro de recursos nada despreciable para la NASA; cada año se cumplirán unos días de pruebas para verificar que todo funciona.

La hora de la verdad será al llegar a Plutón. La sonda automática se acercará hasta 10.000 kilómetros de la superficie del planeta y a 27.000 kilómetros de Caronte. En ese momento, New Horizons estará a 5.000 millones de kilómetros de la tierra (32 veces la distancia de nuestro planeta al Sol) y las radioseñales, viajando a la velocidad de la luz, tardarán cuatro horas y 25 minutos en llegar. Esa fase clave de toma de datos durará unos meses, antes, durante y tras la máxima aproximación. Después, si la nave sigue funcionando correctamente, podría dirigirse al Cinturón de Kuiper, la cuna de los cometas del Sistema Solar.

Seguramente esa región también es la cuna de Plutón. Tan extrañas son las características del último planeta del Sistema Solar y tan peculiar su órbita que los científicos discuten desde hace tiempo los motivos de tanta originalidad, y consideran que el remoto mundo helado no se formó como los otros ocho planetas, sino que es un cuerpo grande del Cinturón de Kuiper, no el único doble, pero sí, por ahora, el único con múltiples lunas.

Además, está su comparativamente enorme luna Caronte, cuyo diámetro, determinado con gran precisión en una investigación reciente, se estima en 603-606 kilómetros. Algunos prefieren denominar a esta pareja sistema planetario doble, más que un planeta con su luna. Otros dos pequeños satélites S/2005 P1 y S/2005 P2 fueron descubiertos en órbita de Plutón hace menos de un año.

Los objetivos científicos de New Horizons son, en primer lugar, caracterizar la geología global y la morfología de Plutón y Caronte, levantar un mapa de la composición de ambos cuerpos y estudiar la atmósfera del planeta. También es importante observar la variabilidad de la superficie y la atmósfera del planeta, tomar imágenes de Plutón y Caronte, hacer mapas de alta resolución de la composición, caracterizar la ionosfera del planeta y su interacción con el viento solar, comprobar si Caronte tiene o no atmósfera (las investigaciones más reciente al respecto indican que no la tiene) y medir las temperaturas superficiales en los dos cuerpos. Como objetivos "deseables", la NASA señala: caracterizar el entorno de partículas energéticas en el sistema doble, precisar todo lo posible parámetros como radio, masa, densidad y órbitas de Plutón y Caronte, buscar campos magnéticos y ver si hay más lunas pequeñas alrededor.

Representación gráfica de la nave <i>Nuevos Horizontes </i>en las cercanías de Plutón. 
 
/ ESA
Representación gráfica de la nave Nuevos Horizontes en las cercanías de Plutón. / ESANASA
El planeta Plutón, observado por el <i>Hubble </i>en 1991.
El planeta Plutón, observado por el Hubble en 1991.NASA

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