Rajoy acusa a Zapatero de "cobarde" y de "humillarse"

"Un acto de cobardía sin límites", "una humillación ante Batasuna", "la confirmación de la política de cesiones del presidente del Gobierno frente a ETA", "una irresponsabilidad y una desfachatez", "un paso más en la política de cesiones, de mendigar una tregua a ETA", "una indignidad"... La catarata de calificativos es de Mariano Rajoy. El destinatario, José Luis Rodríguez Zapatero. El motivo, las declaraciones del jefe del Ejecutivo, el jueves pasado, en un corrillo de periodistas en la recepción anual al cuerpo diplomático.

Zapatero fue preguntado por el acto que la ilegalizada Batasuna ha convocado en Barakaldo para el próximo día 21. El presidente del Gobierno destacó la dificultad de hacer compatible la Ley de Partidos, que calificó de muy restrictiva con los derechos fundamentales, con el derecho de reunión de todos los ciudadanos amparado por la Constitución.

Rajoy consideró que esta opinión de Zapatero es "un hecho sin precedentes en un país democrático" y que "supera los límites de lo imaginable". Por ello, anunció que el PP acababa de registrar en el Congreso de los Diputados la petición de comparecencia urgente de Zapatero "para que explique cómo un presidente puede amparar el incumplimiento de la ley", y que enviará un escrito al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, pidiéndole que prohíba el acto de Batasuna.

El líder popular opina que las declaraciones de Zapatero son "muy graves" porque con ellas "lidera la rebelión contra una ley, cuando la ley está por encima de todos". Tras ellas, añadió, el jefe del Ejecutivo "no está autorizado para exigirle a ningún ciudadano el cumplimiento de la ley". Rajoy pidió a los socialistas que censuren a Zapatero, porque "el PSOE votó la Ley de Partidos" con la que se ilegalizó a Batasuna.

"Derechos fundamentales"

Le contestó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Aseguró que Rajoy "en lugar de ayudar, siempre aparece tratando de entorpecer". De la Vega subrayó que la ilegalización de Batasuna "en ningún caso comporta la suspensión, limitación o desaparición de los derechos fundamentales de las personas", entre los que citó los de reunión y de manifestación.

Además, aseguró que Batasuna "no existe" porque "ha sido ilegalizada". Añadió que "en ese mundo" de Batasuna y ETA "van pasando cosas", y el Gobierno trabaja para que "el horizonte de esperanza vaya hacia delante" y se "traduzca en hechos" para "iniciar cuanto antes un proceso de paz".