Hacia la convergencia europea

En 2006 la reforma de la educación superior compartirá protagonismo con la no universitaria. Los dos temas más candentes en este ámbito -el nuevo mapa de titulaciones universitarias para adaptar los estudios al sistema común europeo, y la anunciada reforma de la Ley Orgánica de Universidades- darán con toda probabilidad pasos adelante durante las próximas semanas, ya que se espera que el Ministerio de Educación haga públicos algunos cambios a lo largo de este mes.

De momento, en cuanto a las nuevas titulaciones, ya es un hecho que las carreras se dividirán en grados y posgrados con los que se conseguirá el título de licenciado y máster, respectivamente.

También se sabe que la reforma de los títulos se trabajará por bloques y que el número de carreras no se va reducir, sino que podría aumentar, ya que las universidades podrán incorporar nuevos títulos propios. Así lo explicó el pasado mes de septiembre el secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez, tras la polémica levantada porque la comisión de expertos que está estudiando este tema propuso reducir el número de carreras, con lo que se vieron peligrar los títulos de Humanidades, Historia del Arte y las filologías.

El Gobierno pretende aprobar la reforma de la LOU en primavera. El ministerio presentó el pasado octubre su propuesta de reforma y anunció dos meses de debate. Entre las novedades del aquel texto, se encuentra que las comunidades autónomas podrán decidir qué profesores no funcionarios contratan, cómo y por cuánto tiempo; la creación de un Consejo de Estudiantes Universitarios de España, como órgano oficial de representación y consulta; una única prueba de acceso a la Universidad, y la libertad de los centros para decidir cómo eligen a su rector.

Otra clave para este año 2006 será la renovación de las metodologías educativas en la enseñanza superior, cuya necesidad es inminente, según ha manifestado en diferentes ocasiones Salvador Ordóñez. Una comisión del ministerio está trabajando en este tema. Los objetivos de estos cambios son aumentar la interactividad entre profesores y alumnos a la hora de enseñar y aprender; estimular la colaboración entre los profesores e incentivar el uso de las nuevas tecnologías educativas.