Merkel ofrece pleno apoyo a Viena
La presidencia austriaca de la UE se inició ayer con el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, al que asistieron, además de los mandatarios austriacos, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro esloveno, Janez Jansa, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Guenther Verheugen. En una breve alocución antes de una comida en los salones del Museo Albertina, Merkel y el canciller austriaco, Wolfgang Schüssel -ambos democristianos- anunciaron que van a "ir de la mano" para afrontar los retos de este próximo semestre. La jefa del Gobierno alemán dijo que Berlín "hará todo" para que la presidencia austriaca dé buenos resultados. No obstante, rechazó la idea de que pudiera formarse un "eje Berlín-Viena", porque, según dijo, sólo se puede alcanzar algo en la UE junto con todos los demás Estados miembros. Merkel opinó que la prioridad en estos momentos es dar un impulso económico para que "Europa tenga éxito en su economía", y también mencionó la necesidad de eliminar "regulaciones sin sentido". Lograr que haya "menos y mejores leyes en la UE" es asimismo uno de los propósitos de Schüssel, presidente del Partido Popular Austriaco (ÖVP), que gobierna desde hace seis años en coalición con el partido del derechista Jörg Haider. El canciller austriaco reconoció en varias entrevistas que Europa está pasando por una crisis, y puso de relieve que urge "volver a acercar Europa a sus ciudadanos y reforzar la confianza en el proyecto europeo".
Austria ingresó a la UE en 1995 y asumió por primera vez la presidencia en 1998. En el año 2000 se vio sometida a sanciones diplomáticas impuestas por los demás países miembros en protesta contra la alianza gubernamental de los conservadores con el partido de Haider, conocido por sus declaraciones filonazis y xenófobas. Las próximas elecciones gubernamentales y parlamentarias en Austria están previstas para septiembre.
El presidente de Francia, Jacques Chirac, también aludió ayer a la situación de la UE en su mensaje de fin de año y avanzó algunos de los aspectos en los que piensa apoyarse para recuperar una cierta iniciativa política. A lo largo de la presente semana deberá precisar los perfiles de su proyecto, pero quedó claro que la relación con la UE va a ser de nuevo determinante. "Europa es esencial para nuestro futuro. Y Europa necesita instituciones más democráticas, estables y eficaces. Por ello tomaré enseguida iniciativas para relanzar la construcción de la Europa política, de la Europa social y de la Europa de los proyectos".
El no francés al proyecto de Constitución europea fue evocado por Chirac como uno de los elementos de un año 2005 lleno de "tensiones y dudas". Las palabras de Chirac confirman que el presidente privilegia un análisis que explica el no francés por una decepción ante el tono mercantil que, según él, ha tomado la construcción europea.
"Si la UE no quiere la grandeur francesa, Francia no quiere la UE", es la fórmula que resume el citado desengaño. De ahí que Chirac insista en reforzar la dimensión política, social y de grandes proyectos públicos de la UE.
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