El Gobierno ve "dificultades" en las condiciones que pone Maragall al pacto

El capítulo de financiación sigue siendo el principal escollo de la negociación entre el Gobierno y los partidos catalanes sobre el nuevo Estatuto. La pretensión de los partidos catalanes de que el Gobierno asuma en el Estatuto una cláusula de garantía que impida a Cataluña perder posiciones en el ranking per cápita después de aplicar los mecanismos de solidaridad, así como la fijación de la preeminencia del Estatuto sobre la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas, complicaban en la tarde de ayer la negociación.

La negociación sobre el proyecto de Estatuto en el capítulo de financiación encuentra especiales dificultades porque muchos de los aspectos que los partidos catalanes plantean al Gobierno afectan al conjunto de las comunidades autónomas y se regulan a través de la Ley Orgánica de Financiación, cuya reforma quiere empezar a negociar el Gobierno en enero dentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El Ejecutivo central ha mostrado su disposición a negociar con los partidos catalanes la posibilidad de que el texto estatutario incluya algunos principios generales sobre la financiación de Cataluña, pero no quiere comprometerse con precisiones que corresponde establecer al conjunto de autonomías y que se materializarán en la reforma de la Ley Orgánica.

Este problema afecta especialmente a la posibilidad de que la Generalitat decida los criterios de solidaridad entre comunidades autónomas, competencia que reclamó públicamente ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, como una de las ocho condiciones para el pacto sobre financiación. Los negociadores tratan de buscar un equilibrio entre la pretensión catalana de que el Estatuto garantice que su comunidad no pierda posiciones en el ranking per cápita después de aplicar los mecanismos de solidaridad y la del Gobierno central que busca una fórmula genérica que no le ate las manos.

Déficit de financiación

No obstante, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han reconocido que Cataluña, como otras comunidades -Madrid, Baleares y Comunidad Valenciana, especialmente-, sufren un déficit de financiación con la paradoja de que son de las autonomías que más aportan en la solidaridad del conjunto de España.

Otras condiciones planteadas por Maragall como la inclusión de garantías acerca de la participación de la Generalitat en los impuestos estatales y sobre la capacidad normativa, así como sobre la inversión del Estado en Cataluña en materia de infraestructuras, tienen menos complicaciones para ser aceptadas por el Ejecutivo central.

Sobre todas estas cuestiones se habló ayer en el encuentro que mantuvieron en un hotel de Barcelona el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez; el ministro de Industria y primer secretario del PSC, José Montilla; el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba; el consejero de Economía catalán, Antoni Castells, con los líderes de CiU, Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida.

Esta reunión de alto nivel finalizó sin acuerdo. Los responsables de CiU trasladaron a los representantes del Gobierno socialista que la propuesta que les trasladó hace unos días Solbes sobre el nuevo modelo de financiación no es satisfactoria y que si no se mejora, pedirán la retirada del Estatuto.