Las raíces de un símbolo navideño
¿De dónde vienen los árboles de Navidad? Visitamos los escenarios por los que pasa un abeto antes de llegar a nuestros hogares: el vivero, el campo, el mercado Aprendemos a diferenciar entre especies. Y descubrimos que siempre serán mejor naturales que de plástico.
¿De dónde vienen los árboles de Navidad? Visitamos los escenarios por los que pasa un abeto antes de llegar a nuestros hogares: el vivero, el campo, el mercado Aprendemos a diferenciar entre especies. Y descubrimos que siempre serán mejor naturales que de plástico.
Guilleries-Montseny, zona montañosa entre Barcelona y Girona, a 900 metros sobre el nivel del mar. Unos 2.500 abetos se suceden hasta donde alcanza la vista. También se aprecian huecos. Hace semanas, el ejército verde sumaba 5.000 ejemplares, pero la mitad ha alcanzado ya la altura necesaria (un metro, a veces un poco menos) y ha emprendido viaje hacia los viveros de toda España. En unos días presidirán cerca de un millón y medio de hogares, organismos públicos, establecimientos y escenarios navideños en general.
Sólo Cataluña genera un millón de árboles al año, según la Asociación de Cultivadores de Abetos de Navidad, que agrupa a un centenar de productores. Otra gran granja es el País Vasco, con alrededor de medio millón de ejemplares. Iñaki Azurmendi recuerda ir de pequeño a recoger las semillas de los árboles para que su padre las plantara: "Hace más de 40 años eligió los mejores prados de casa, en Zegama (Guipúzcoa). Lograba 11.000 plantas por hectárea, que llegaban al mercado con nueve años y casi dos metros de altura". En Zegama, explica este ingeniero técnico agrícola, no hay empresas ni cooperativas: "La gente se dedica de forma particular".
El pasado del árbol de Navidad. El abeto surge de una semilla que se siembra en vivero. De dos a cuatro años después, el arbolito se plantará definitivamente en los campos, donde permanecerá entre cuatro y seis años más bajo los cuidados del cultivador: poda, limpia de malas hierbas, etcétera. Su precio, ya en el mercado, oscilará entre los 12 y los 20 euros, con una altura entre 1,5 y 2 metros. "Lo defendemos como un elemento ornamental natural que proviene de un cultivo agrícola totalmente regulado; la única diferencia es que su ciclo de producción es más largo", explica Eduard de Ribot, presidente de la Asociación de Cultivadores de Abetos.
"Queda claro que no vamos al bosque, talamos y vendemos; por supuesto, somos cultivadores de plantas ornamentales", prosigue De Ribot. Y recuerda que los productos artificiales y de plástico, los grandes competidores, provienen de un bien no renovable, y que su proceso de reciclaje es costoso. "Hay gente que compra un abeto artificial y, por desconocimiento, se cuelga la medalla de haber salvado un árbol", prosigue el cultivador: "Pero el árbol natural tiene numerosas ventajas ecológicas, porque son producciones renovables y sus campos de cultivo crean el efecto paisajístico de mosaico en una zona muy boscosa y unos ecosistemas que facilitan la variedad de fauna y flora. Además frenan el desequilibrio territorial al permitir a mucha gente ganarse la vida en estas zonas de montaña".
Operación fin de fiestas. Cuando pasan las navidades, los municipios suelen organizar una recogida selectiva para triturarlos y crear abono. Ecologistas en Acción critica el hecho de que este símbolo vivo de la Navidad sea de usar y tirar, y reclama un mayor cuidado para que tenga posibilidades de sobrevivir, pues, según los productores, al medio natural del que procede no puede volver. El ingeniero Miguel Ángel Duralde, que se pagó el viaje de fin de carrera vendiendo estos árboles, está a favor de una plantación controlada, pero subraya que tratar de plantar de nuevo en el monte, a espaldas de los protectores oficiales o de los propietarios, es un "atropello": "No pinta nada un abeto en medio de un encinar", pone como ejemplo. Y añade: "La formación sobre el entorno natural que tiene un español medio es el desconocimiento; está más cerca de la película de Bambi que de la realidad".
Una pequeña parte de los abetos cultivados que producen Cataluña, el País Vasco y alrededores se exporta. La mayoría se queda en España. Las variedades y las formas en que vienen presentados son muchas. Se puede elegir entre abetos cortados (sólo se conservarán durante la Navidad), con la raíz desnuda, con un cepellón reducido o con un cepellón ya preparado para que la planta no muera, siempre que se cuide correctamente. Y así, colocándolo lejos de la calefacción y regándolo a menudo, lograremos mantener viva esta alternativa verde al belén de Navidad.
Clases de abetos de Navidad de cultivo
01 'Picea excelsa'. Conocido como abeto rojo, es la especie más vendida y más barata, y sólo necesita cuatro años para alcanzar un metro de altura. Su hoja es más corta que la del resto de especies y de un color verde claro y mate. La madera de los grandes ejemplares se usa para la construcción y también para instrumentos, como los conocidos violines Stradivarius. Se encuentra en repoblaciones forestales en el Pirineo navarro y oscense, y de forma natural, en el centro y norte de Europa.
02 'Abies concolor'. Originaria de la Costa Oeste de Estados Unidos, se caracteriza por el color azulado de sus hojas y su mayor longitud si se compara con el resto de abetos de Navidad.
03 'Abies nordmanniana'. Segunda en la lista de ventas, se conoce popularmente como abeto de Crimea o del Cáucaso, su zona de origen. Es la especie más usada en Dinamarca como árbol de Navidad. Sus hojas son bicolor: verde oscuro con bandas blancas en su reverso. Es más cara que la Picea excelsa porque requiere ocho años de cultivo para superar un metro de altura. Se le reconoce por la frondosidad de sus ramas.
04 'Abies masjoani'. Proviene de una hibridación de abeto natural del Pirineo y del Montseny. Se encuentra de forma espontánea en sierras del centro de España y el norte de Marruecos. Este abeto se descubrió en la zona de Guilleries, en la masía Masjoan del municipio de Espinelves, hace más de cinco décadas. Requieren seis o siete años de cultivo para alcanzar el metro de altura.
05 'Abies pinsapo'. Especie propia de la Serranía de Ronda, en Andalucía, y de la zona del Atlas, en Marruecos. Sus hojas son de color verde oscuro, gruesas y punzantes y dispuestas en forma circular alrededor de las ramas formando un círculo. El crecimiento es similar a las dos anteriores.
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