Zapatero insiste en que no tiene indicios de actos ilegales en España

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en que el Ejecutivo no tiene indicios de que los vuelos de la CIA que hicieron escala en España cometieran actos delictivos y pidió que se eviten "juicios apresurados".

Un alto responsable gubernamental reconoció que las entregas extrajudiciales de presos, defendidas públicamente por la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, "vulneran la legislación española y los convenios internacionales, salvo que se tratara de poner a un detenido a disposición de la justicia con carácter inmediato". No obstante, la misma fuente agregó que, "de acuerdo con los informes facilitados por EE UU, no hay ningún reproche de ilegalidad en las escalas de estos aviones en suelo español".

La política del Gobierno español consiste en dar credibilidad a la versión de la Administración de Bush mientras no se demuestre lo contrario; tanto en atención a su condición de país amigo y aliado, como por el convencimiento de que, si se llegase a demostrar la comisión de un delito en suelo español, "el problema diplomático con EE UU sería muy serio".

El pasado 24 de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reveló en el Congreso la existencia de 24 escalas sospechosas -15 en Baleares y 9 en Canarias- entre junio de 2003 y septiembre de 2005.

Moratinos se mostró convencido del carácter regular de todas las escalas; salvo las que no se limitaron al mero abastecimiento de combustible. Estas últimas fueron seis, todas en Canarias, incluido un vuelo desde la base de Guantánamo (Cuba) a Bucarest (Rumania) en abril de 2004.

El juez de instrucción número 7 de Palma de Mallorca, que investiga el caso, se ha inhibido en favor de la Audiencia Nacional, pero el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha recurrido su decisión.