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El ADN de Haddad no coincide con el de sospechosos del 11-M

La policía coteja perfiles anónimos con muestras enviadas por Rabat

El ADN del marroquí Mohamed Haddad no coincide con ninguno de los perfiles genéticos anónimos recogidos por la policía en los escenarios relacionados con el 11-M, lo que parece descartar su implicación, según informó ayer la cadena SER. El PP utilizó la puesta en libertad de Haddad por parte de las autoridades de su país para insinuar la supuesta implicación de los servicios marroquíes en el 11-M.

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo pidió el pasado 27 de enero a Marruecos muestras de ADN de cinco ciudadanos de ese país supuestamente implicados en la matanza terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid -Hicham Ahmidan, Mustafá Maimouni, Mohamed Belhadj, Amer Azizi y Mohamed Haddad- o de sus familiares. En estos atentados, los terroristas colocaron 13 mochilas bombas en cuatro trenes que partieron desde Alcalá de Henares con destino a la estación de Atocha. De los 13 artefactos, explotaron diez causando 191 muertos y más de 1.500 heridos.

Antes del verano pasado, las autoridades de Marruecos remitieron el perfil genético de los cuatro primeros y, a principios de octubre, el de Mohamed Haddad, después de que éste se presentara voluntariamente en la Brigada de Policía de Casablanca (Madrid) para someterse a la prueba el pasado 14 de septiembre.

Tras cotejar su ADN con las muestras no identificadas recogidas en los escenarios del 11-M -el chalé de Morata de Tajuña, el piso de Leganés o los dos vehículos abandonados en Alcalá de Henares-, la policía no ha encontrado ninguna prueba de su participación.

Haddad fue detenido en Marruecos por la policía marroquí, después de que un testigo de nacionalidad peruana lo reconociera fotográficamente a bordo de uno de los trenes de la muerte. Sin embargo, fue puesto en libertad, ya que el testigo no se ratificó en su declaración y él pudo acreditar que el día de los atentados estaba en Tetuán, viendo un partido por televisión en un bar.

De hecho, el juez Del Olmo nunca llegó a decretar su detención, ni se dictó ninguna orden internacional a través de Interpol. Las autoridades marroquíes decidieron arrestarlo por su cuenta después de que la embajada española en Rabat se interesara por su paradero.

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Pese a ello, el Partido Popular quiso convertir la puesta en libertad de Haddad en una supuesta prueba de la connivencia de Marruecos con el 11-M. "¿Tiene ya información o ha aclarado el Gobierno a la policía por qué Marruecos, según nuestra información, ha puesto en libertad a Mohamed Haddad, uno de los posibles autores materiales del atentado?", le espetó el portavoz popular, Eduardo Zaplana, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su comparecencia ante la comisión de investigación del 11-M en el Congreso en diciembre de 2004.

En enero pasado, coincidiendo con la visita a España del Rey de Marruecos, Mohamed VI, el PP volvió a preguntar por Haddad, sugiriendo que podía ser un agente de los servicios secretos marroquíes. Uno de los elementos que llevó a sospechar de Haddad fue su presunta detención por parte de la policía turca tras la reunión que supuestos responsables de Al Qaeda (Said Berraj, Amer Azizi, Saledine Benyaich y Lahcen Ikasrien) mantuvieron en Estambul el 10 de octubre de 2000.

Sin embargo, dicha detención nunca se produjo, y si se dio por hecha en la orden de registro del domicilio de Haddad, ejecutada el 15 de marzo de 2004, fue por un error de traducción. Como puntualizó la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) al día siguiente, en realidad fue Ikasrien quien fue detenido en Estambul con un pasaporte falso a nombre de Haddad.

El cotejo de las muestras anónimas de ADN con el perfil genético de algunos sospechosos era una de las últimas diligencias pendientes de instruir en el sumario del 11-M, que podría concluirse a final de año, según la cadena SER.

El juez Del Olmo tiene intención de procesar a la tercera parte de los 113 sospechosos que actualmente están imputados por su presunta vinculación con los atentados de los trenes de la muerte, según anunciaron en su día fuentes de la Audiencia Nacional. El macrojuicio correspondiente, con unos 40 acusados -de los que 26 se encuentran en prisión y los restantes en libertad provisional-, podría iniciarse en otoño o invierno de 2006.

Mohamed Haddad, en una fotografía de archivo.
Mohamed Haddad, en una fotografía de archivo.

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