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Reportaje:Universidad

Medio siglo de economía y vida

La Facultad de Sarriko conmemora sus primeros cincuenta años de intensa actividad

Bedeles uniformados de azul, profesores ataviados con una toga, alumnos vestidos de punta en blanco para los exámenes, el uso obligado de corbata para las pruebas orales -con el correspondiente intercambio de esta prenda entre estudiantes despistados o alérgicos a formalismos-, el inviolable trato de usted,... La estampa, acartonada y gris, de la vida formal en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Sarriko ha cambiado tanto como la sociedad de la que se nutre y a la que sirve desde hace 50 años. Muchos de sus antiguos estudiantes, como se destaca con indisimulado orgullo en los actos e iniciativas con que se ha celebrado el primer medio siglo del centro, han jugado un papel relevante en las profundas transformaciones vividas en las últimas décadas.

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"Este centro tiene un gran potencial de investigación"

Políticos, empresarios, directivos, intelectuales y periodistas destacados, incluso entrenadores de fútbol de Primera División, se han formado o han formado a otros en sus aulas. Ambas circunstancias se dan en la catedrática Milagros García Crespo, presidenta de la comisión de los Actos Conmemorativos del 50º aniversario de la facultad. Miembro de la primera promoción del centro, entonces dependiente de la Universidad de Valladolid, García Crespo, ex consejera de Economía y ex presidenta del Tribunal de Cuentas, representa todo un ejemplo del espíritu que ha marcado el devenir del centro.

Primera decana

Ella se convirtió en 1982 en la primera decana del centro y de toda la UPV. Este hecho tuvo gran calado en unas aulas donde no muchos años atrás, con el franquismo como losa, algunos profesores abogaban por limitar las matrículas de honor a los varones y se decía que el único objetivo de las entonces escasas alumnas era buscar novio.

No ha sido éste el único aspecto en el que Sarriko ha acaparado protagonismo. Durante los estertores de la dictadura y el inicio de la transición, sus aulas y pasillos se convirtieron en laboratorio de debate y actividad política, trufada de visitas poco amistosas de los grises. El espíritu idealista y las ansias de cambio marcaron en esas generaciones un sueño de revolución que, de una u otra forma, se plasmó, o se diluyó como un recuerdo, en su incorporación al mundo profesional. Así lo describen varios de los ex alumnos que han participado con su recuerdo escrito en un libro para conmemorar el medio siglo de historia de Sarriko.

Este "nido de rojos", expresión que recordaba con una sonrisa el ex alumno y catedrático Arturo Rodríguez en un acto celebrado la pasada semana, se transformó con la llegada de la democracia. La universalización del acceso a la educación superior hizo que la facultad tuviera que centrar sus preocupaciones en cómo atender a la masa de estudiantes que atestaba las aulas cada curso académico. Llegaron entonces nuevas infraestructuras, más profesores, la implantación de la enseñanza en euskera y la potenciación de la investigación.

En la actualidad, Sarriko es uno de los centros de la UPV más importantes. De los algo más de 300 jóvenes que se matricularon en 1955, ocho de ellos mujeres, se ha pasado a los más de 5.000 de este curso, de ellos más de la mitad chicas. Ésta es una muestra más de la evolución de una facultad en la que se ha enseñado, y se ha aprendido, mucho más que Economía.

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