Rubalcaba replica a Rajoy que los Presupuestos benefician más al noroeste

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que las inversiones que recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2006 benefician más a las comunidades autónomas más necesitadas de infraestructuras, como las del noroeste, y a las que tienen problemas con el agua, que a Cataluña.

De este modo, replicó a las críticas lanzadas por el líder del PP, Mariano Rajoy, en el sentido de que los Presupuestos benefician al Gobierno tripartito de Cataluña por encima de los intereses de otras comunidades.

Rubalcaba, que calificó los Presupuestos de "magníficos" y destacó el "rigor" en su elaboración, pues "tienen superávit", así como su contenido "social" y de apoyo a la "productividad", al aumentar las partidas de investigación, educación y de apoyo a los países pobres.

Ayer, un día después del anuncio de Rajoy de que el PP enmendará a la totalidad estos Presupuestos, el portavoz parlamentario de los populares, Eduardo Zaplana, argumentó su rechazo en media docena de motivos, entre los que destaca un argumento político: "Constatamos, porque así lo ha anunciado el tripartito catalán, que habrá un aumento de inversión mínima del 18% para Cataluña. ¿Y para los demás? Éstos son unos muy pobres presupuestos para Extremadura", aseguró sin evitar citar a una autonomía gobernada por el PSOE.

"Exigencias de ERC"

El motivo político, como es habitual en el PP, pasa por denunciar que el Gobierno sólo busca "satisfacer las exigencias de sus socios de ERC", y de ahí, según Zaplana, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se haya convertido "en el verdadero promotor, impulsor y defensor del Estatuto de Cataluña, él sabrá por qué". Esa reforma estatutaria, a juicio de Zaplana, "quiere convertir a Cataluña en una sociedad tremendamente intervencionista".

Tras la andanada política contra los Presupuestos que, según el PP, sólo beneficiarán a Cataluña, Zaplana desgranó cinco motivos económicos para rechazar este proyecto. Según él, es un presupuesto "inflacionista, que no hace nada por corregir los desequilibrios del déficit exterior, que sube los impuestos y la presión fiscal, y que no toma ninguna medida para reducir la temporalidad en el empleo".

Zaplana esgrimió su paso por el Ministerio de Trabajo para presumir de que esa tasa de temporalidad había bajado hasta el 30% en 2004 y está ahora en el 33%: "Han invertido la tendencia a reducir la temporalidad en un año de Gobierno", proclamó.