Seguros en el coche
A pesar de las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico, son pocos los españoles que utilizan sistemas de sujeción homologados para sus hijos, obligatorios para todos los niños que midan menos de 1,50 metros. Que lleven el cinturón puesto garantiza mayor seguridad, pero no la suficiente para los más pequeños.
Los automóviles que usamos son cada vez más modernos e incorporan más prestaciones de seguridad. Sin embargo, sin la disposición del conductor, dichos adelantos no sirven para nada. El cinturón de seguridad ha ido poco a poco integrándose en los hábitos de los conductores, pero, a pesar de ello, tres de cada diez fallecidos por accidente de tráfico en lo que va de año no lo llevaban puesto, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
Este dato no hace sino ratificar la información que la misma DGT publicó hace unos meses, según la cual la Guardia Civil denunció en 15 días a 13.000 conductores o viajeros que no hacían uso del cinturón sobre un total de 383.000; además, hicieron 1.000 partes por no utilizarse los sistemas de retención infantil obligatorios.
El 23 de junio de 2004 entró en vigor una modificación del Reglamento General de Circulación respecto a este apartado que obliga a los niños cuya estatura no alcance el metro y medio de altura a utilizar un sistema de sujeción homologado. Hasta ese momento, la obligatoriedad de dichos sistemas abarcaba hasta los tres años de edad, mientras que el resto debían utilizar el cinturón de los asientos traseros.
Más allá de la ley, los sistemas de seguridad para niños son necesarios. El Real Automóvil Club de España (RACE) acaba de presentar un estudio que muestra que con los sistemas de retención infantil se pueden evitar tres de cada cuatro lesiones. Además, se educa al niño en la necesidad de protegerse con un sistema de seguridad.
Tipos de sistemas. ¿Cuál es el sistema idóneo para cada peso y niño? La DGT informa a través de su página web de los diferentes tipos de sistemas de sujeción en función de la edad y del peso. En total, hay cinco grupos dependiendo de estos índices, cada uno de los cuales se corresponde con un sistema diferente, por lo que hay que cambiarlos con relativa frecuencia. Su precio varía en función del grupo y la calidad de los mismos, pero desde el RACE se apunta que, como media, cuestan entre los 120, el más barato, y los 300 euros, el más caro. Algunos padres se quejan del coste, pero los expertos se preguntan: ¿tiene precio la seguridad de un hijo?
Aun cuando la respuesta a esta pregunta esté clara, para contribuir a mejorar la seguridad de los pequeños en el coche, la DGT y la empresa de reparación de vehículos Midas han puesto en marcha una campaña denominada Bebé Seguro. Los padres que quieran una silla homologada pueden dirigirse a un taller del grupo Midas. Tras depositar 35 euros como fianza, disfrutarán de un sistema de sujeción durante un periodo entre seis meses y dos años. Una vez terminado ese tiempo, el conductor puede quedarse con la silla o canjear el dinero por futuras reparaciones de su automóvil.
Guía para padres
La DGT ha elaborado un documento donde se recogen las principales reglas que debe seguir el buen conductor cuando viaja con niños. Todas ellas parten de una regla fundamental: comprar un dispositivo homologado, colocarlo y utilizarlo correctamente.
- Nunca se ha de llevar al bebé en brazos durante los trayectos en coche. Se ha demostrado que, en caso de accidente, la energía cinética transforma a un niño, de 25 kilos, por ejemplo, en una masa de una tonelada.
- El sistema o dispositivo de seguridad se debe elegir teniendo en cuenta el peso y la estatura del niño, no en función de otros factores, como la edad.
- Instalar el dispositivo correctamente en el vehículo, siguiendo las instrucciones que lo acompañan. Después, colocar siempre al niño con los cinturones u otros elementos de seguridad ajustados y abrochados.
- En las sillas es siempre preferible utilizar el arnés de cinco puntos al de cuatro.
- Los niños menores de cuatro años deben, o al menos deberían, utilizar los dispositivos 'espaldas hacia delante', es decir, situados en sentido contrario a la marcha.
- Si el coche dispone de 'airbag' para el pasajero y la silla puede ir de espaldas a la marcha, se ha de colocar al niño en el asiento trasero.
- No dejar al niño ir de pie entre los asientos, ni tocando botones o manillas de ventanas o puertas, que, además, han de ir con el seguro activado.
- Lo mejor que pueden hacer los adultos es predicar con el ejemplo, poniéndose siempre el cinturón de seguridad y no infringiendo las normas de Tráfico, para no perder la autoridad moral frente al niño.
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