Cuando Beatriz Montañez decidió dejarlo todo (también ‘El intermedio’) y reinventar su vida: “Parar es salud”
La expresentadora, cara muy reconocible de la televisión durante años, se fue a vivir en mitad de la nada cuando estaba en lo más alto de su carrera. Es un testimonio de tantos sobre la necesidad de parar
Adicción al trabajo, a la tecnología, a internet, a viajar sin ton ni son, a planificar, a socializar. Como dice el periodista Borja Hermoso: “El género humano empieza a parecerse peligrosamente al de los pollos sin cabeza”. El pasado domingo, el propio Hermoso firmaba en El País Semanal un reportaje bajo el título Aquí no hay quien pare... ¿o sí? En él, recogía varias historias humanas de cambio de vida en tiempos de locura digital, laboral, exhibicionista y consumista, todas en torno al concepto “parar”.
En la compleja galería de personajes y situaciones vitales que presenta, hay quien decide parar de manera gradual, quienes se lo platearon y acabaron por no hacerlo, quienes hablan y aconsejan atreverse e incluso quienes lo desaconsejan. Pero quizás, de todas estas personas, el caso que más llame la atención sea el de Beatriz Montañez, la famosa presentadora del programa de La Sexta El Intermedio que en 2011, de la noche a la mañana, desapareció de nuestras pantallas, pero también de la vida que había llevado hasta entonces.
Como explica Borja Hermoso en el reportaje, una mañana, al salir de una reunión, Montañez decidió dejarlo todo. Se fue casi con lo puesto a vivir a una casa sin calefacción ni agua corriente en mitad de la sierra valenciana. 10 años después, cuando publicó su libro Niadela (Errata Naturae), en el que recrea de manera entre poética y desoladora su exilio rural, dio alguna entrevista donde daba confusas explicaciones sobre un estado de no retorno a la vida que estaba llevando.
Ahora Beatriz ya no vive en Valencia, sino en un lugar indeterminado que prefiere no revelar. Pero lo que es seguro es que esta periodista y guionista de cine y televisión, formada en Estados Unidos y ganadora de un Goya por Muchos hijos, un mono y un castillo y de un Ondas por El intermedio, nunca volvió a su vida anterior.
Preguntada sobre si su experiencia personal le permite o no decir que “parar” es aconsejable, Beatriz Montañez lo tiene claro: “Es salud. Un monje, en mi estancia en un templo zen, me dijo: ‘En la vida avanzar significa dar dos pasos hacia atrás”. Sobre si considera que aquella decisión de hace 14 años supuso un cambio definitivo, un paréntesis o una cura, responde: “Es todo a la vez. La vida es un continuo cambio definitivo, pero es también un paréntesis, pues nos encontramos en continua evolución y cada paréntesis marca un necesitado momento de reflexión. El resultado siempre será algún tipo de curación”.
[Lee aquí el reportaje de EPS completo: Aquí no hay quien pare... ¿o sí?]
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