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Entrevista:Marina Geli | Consejera de Salud del Gobierno catalán

"Hay que replantear la aportación actual de los usuarios a los medicamentos"

La consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Marina Geli, tiene en pleno verano un ojo puesto en la crisis que ha desatado ERC en el seno del tripartito con las negociaciones del Estatuto y el otro en los análisis de los expertos sobre gasto sanitario. Estudia detenidamente esta última cuestión de cara a la conferencia de presidentes, convocada por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el 6 de septiembre, para analizar las medidas destinadas a atajar el déficit sanitario.

Pregunta. ¿Cómo resolvería usted el déficit de la sanidad?

Respuesta. Hay varios aspectos. Un primer bloque es el de población. Los trabajos de los expertos constatan que Cataluña está a la cola del gasto sanitario público por persona y es una de las comunidades donde más ha crecido la población. Andalucía tiene el mismo problema. También es importante el crecimiento del gasto a partir de los 65 años, que perjudica a las comunidades más envejecidas. Este factor debería tener más peso en el cómputo global de la financiación, incluso con un segundo correctivo por la población mayor de 75 años. ¿Qué queremos en Cataluña? Nuestra población real, la de tarjetas sanitarias, es de 7,1 millones de personas. Y nuestro gasto per capita anual es de 1.000 euros. Si nos comparamos con regiones europeas con una riqueza similar a la nuestra deberíamos gastar como mínimo 1.500 euros. Haciendo una cuenta muy simple: 500 euros por 7 millones salen 3.500 millones de euros. En ocho años deberíamos alcanzar el nivel de estas regiones europeas. Creo que Cataluña como el resto de comunidades deberíamos tener la ambición de alcanzar una media per capita de 1.500 euros con el fin de obtener más recursos.

"Tenemos que alcanzar un pacto de Estado sobre el tabaco y el alcohol"
"Con el aumento de financiación se deben mejorar los sueldos de médicos y enfermeras"
"El Gobierno tiene que ceder más participación en los impuestos"

P. ¿De dónde saldrán 3.500 millones de euros más sólo para Cataluña?

R. No sólo del Estado, sino también de los propios ingresos de la Generalitat. Discrepo de algunas apreciaciones de los expertos sobre la contención de la política de sueldos del personal. Por más contención que hagamos de los precios, los profesionales aspiran a cobrar más porque sino se nos van. Las enfermeras se van a trabajar al Reino Unido.

P. Muchas se marchan porque aquí no encuentran trabajo.

R. Sí que hay trabajo, pero pagamos peor que en otros países. Cataluña, en comparación con el conjunto de España, tiene un nivel retributivo medio-alto. En cambio, respecto a países como Portugal o Reino Unido estamos por debajo. Una parte del aumento de la financiación sanitaria debe servir para mejorar los sueldos de los médicos y enfermeras y, en general, de todo el personal sanitario. Deberíamos lograr un salario digno con contratos fijos y, por otro lado, dar una parte del sueldo variable con objetivos. Tenemos que hacer un pacto de Estado, pactar escalas salariales básicas relativamente homogéneas para la movilidad interna, y luego un variable.

P. ¿Qué papel deben tener los ciudadanos?

R. Hay que ordenar la demanda. Los ciudadanos deben saber el valor de cada cosa y usar bien el sistema de salud. Casi un tercio del presupuesto de salud de cualquier comunidad se va en farmacia y más del 50% en personal. En farmacia sí que podemos hacer cambios con rigor. Por un lado, ya hemos visto que tanto en Cataluña como en el conjunto de España, el gasto per capita en medicamentos es inferior a la media europea. Pero, en cambio, la parte que se financia con fondos públicos es muy superior. En Suecia, por ejemplo, la aportación directa del usuario es de un 20% y en España es entorno al 6%. Lo que no puede continuar es que casi un tercio de lo que gastamos vaya a farmacia, cuando en muchos países es el 15%.

P. ¿Cómo se reduce el gasto en farmacia?

R. Mi responsabilidad en la política de medicamentos es la de garantizar la calidad de la prescripción y un uso racional, pero también plantear la sostenibilidad del sistema. Hay que preguntarse: Vamos a una financiación pública muy selectiva de pocos medicamentos de alto valor terapéutico dejando fuera al resto, o deberíamos ir a un escalado de financiación, es decir, unos medicamentos con total financiación pública, incluso repensando que la gratuidad podría llegar a las personas con rentas bajas no pensionistas, y otro grupo de medicamentos de valor terapéutico menor, o con innovación incremental, con alguna aportación de los usuarios. Habrá quizás un bloque de medicamentos esenciales sin aportación directa del usuario y un segundo bloque donde los usuarios contribuyen en una parte del coste.

P. ¿Se tiene que replantear la aportación actual de los usuarios a los medicamentos?

R. Claramente. Insisto en el uso racional del medicamento y la sostenibilidad del sistema.

P. ¿Tiene su propuesta el apoyo de otras comunidades?

R. La futura ley del medicamento no lo plantea, pero los expertos insisten mucho en la eficiencia. El Estado debe exigir eficiencia: que no crezca el gasto farmacéutico, por ejemplo. ¿Cómo puede ser que en Madrid crezca un 10% y en Cataluña un 4,6%, según el presupuesto de 2004? Si el Estado pone recursos, es lógico que quiera establecer controles de eficiencia. Y, tercero, tenemos que revisar claramente la demanda y primar la atención primaria.

P. Los expertos hablan de aplicar medidas de baja intensidad. ¿A qué se refieren?

R. Por ejemplo, aplicar una tasa por visita para regular la demanda como hacen en ciertos países europeos.

P. Un eufemismo de copago, vaya.

R. En cierto modo, aunque esto nunca sirve para financiar la sanidad. Ocurre en países en donde el gasto público per capita es más alto que en Cataluña o en España.

P. ¿Habrán medidas de baja intensidad en Cataluña?

R. El gran tema es la necesidad de más recursos para la sanidad. No vamos a aplicar medidas de baja intensidad sólo en Cataluña si en el resto de comunidades no lo hacen. Tienen que ser medidas del Sistema Nacional de Salud porque existe mucha movilidad entre comunidades. En ningún Estado las llevan a cabo las regiones. En el informe Vilardell [el documento encargado por la Generalitat] salen medidas, pero sin ánimo recaudatorio.

R. Pero, ¿de dónde sale el dinero?

R. Del aumento de impuestos, especialemente indirectos, y de que el Estado ceda más ingresos a las comunidades. No hay milagros. Muchas comunidades, especialmente las del PP, no están por subir impuestos, todo lo contrario. Creo que con el tabaco y el alcohol tendríamos que llegar a un pacto. Tiene que haber dos partes: por un lado, un fondo para poner el contador a cero, de cara al presupuesto de 2006. Por el otro, pactar con el Estado la cesión de más participación de los impuestos, IRPF, IVA, etc. Y luego tambien hay resolver el tema del patrimonio de la Seguridad Social, que pertenece a las autonomías. Cataluña, que tiene competencias desde el 1981, viene invertido en patrimonio del Estado desde entonces. O nos traspasan el patrimonio o nos compensan parte de la inversión que hemos hecho.

P. ¿Cómo quiere que Cataluña se diferencie respecto al resto de comunidades?

R. Por la equidad interna, la modernización de algunos instrumentos y la gobernabilidad. El proyecto del Gobierno con los ayuntamientos de Cataluña nos diferencia del resto. Éste es el cambio más importante. Cataluña tiene un modelo sanitario bueno, pero la población ha cambiado tanto que realmente hay bolsas de inequidad en determinadas zonas por el incremento de la población tanto fija como estacional. Ganar en equidad es importantísimo para nosotros.

La consejera catalana de Salud, Marina Geli, durante la entrevista.
La consejera catalana de Salud, Marina Geli, durante la entrevista.PERE DURAN

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