_
_
_
_
_

Castilla-La Mancha no detectó salmonela en la planta de pollos cuando ya había infectados

Las comunidades autónomas cifran en 1.500 los afectados por la epidemia de salmonelosis

La inspección que la Junta de Castilla-La Mancha realizó a la empresa de pollos Sada el día 26 de agosto no halló contaminación por salmonela en la fábrica ni en los pollos marca Pimpollo o Sada aunque la salmonela ya estaba allí. Según anunció ayer el Ministerio de Sanidad, las primeras personas enfermaron el día 22, aunque se ha sabido ahora. Desde que el ministerio dio la alerta el día 28, las comunidades han detectado ya 1.504 casos (399 más que el miércoles). Sanidad afirma que el aumento no obedece a nuevos enfermos, sino a personas que se ha confirmado que han pasado la enfermedad.

Más información
La crisis del pollo

La directora de salud pública de Castilla-La Mancha, Berta González, admitió ayer que la inspección "no detectó irregularidades" en la planta de Toledo cuando la visitó el 26 de julio. Después ha aparecido salmonela en un saliente ciego del tubo a través del cual se dosificaba la salsa y al que no llegaban los desinfectantes. La salmonela tuvo que llegar allí mucho antes que los inspectores porque los primeros casos de personas infectadas son del día 22 de julio de julio, según anunció ayer el director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, Ignacio Arranz.

Berta González señaló que la empresa es quien realiza las inspecciones y que los funcionarios se limitan a constatar que se ha hecho así, no entran en más detalles. "La empresa no halló salmonela ni siquiera en los análisis que realiza a los pollos ya envasados y es la primera interesada en detectarla, ¿qué pueden hacer los inspectores?", manifestó González en la rueda de prensa celebrada ayer en Madrid.

Arranz defendió la gestión del Ministerio de Sanidad en la crisis y se mostró "optimista" porque "los últimos casos con nuevos síntomas son del martes. Como el periodo de incubación de la enfermedad es de tres días, se trata de gente que comió el pollo el fin de semana". El ministerio había pedido el viernes a través de los medios de comunicación que no se consumiera. Ignacio Arranz admitió que, al ser el último fin de semana de julio, fue complicado avisar a todo el mundo, y señaló que el ministerio busca vías, "por ejemplo a través de los hosteleros", para que la información llegue a más personas, en especial, a inmigrantes y turistas. La organización de usuarios Ceaccu criticó que la primera comunicación del Gobierno no impidió que se siguiera consumiendo el pollo y anunció que presentará un protocolo de comunicación a la agencia.

Arranz negó que el aumento continuo de casos (209 nuevos ayer según el ministerio y 399 según las comunidades) suponga que hay más enfermos. "Está apareciendo gente que tomó el pollo y pasó la enfermedad en su casa. El último día en que aparecieron los síntomas fue el martes", señaló. Añadió que esta salmonelosis es de una "benignidad impropia" y que, debido a la forma de la contaminación, los pollos llevaban muy poca cantidad de la bacteria. El presidente de la agencia comparecerá en el Congreso.

El director de la AESA quitó hierro a la epidemia y negó que fuese una crisis alimentaria, como reclama el PP. El ministerio afirmó en una nota que para que declarar una crisis la causa de la infección debe ser desconocida, se debe creer que se puede extender a otros alimentos o "carecer de bases legales" para inmovilizar el producto. En cambio, el Procedimiento general de actuaciones en situaciones de crisis alimentarias, el documento que la ESA tiene en su web, afirma que para que se dé una crisis alimentaria se tiene que cumplir alguna de las siguientes características: cuando existe un grave riesgo para la salud, afecta a varias autonomías, se ha considerado crisis en otros países o "es percibido por los medios de comunicación o la opinión pública como una crisis". La declaración de crisis obliga a nombrar una serie de comités.

La responsable de política social del PP, Ana Pastor, afirmó que "la mayoría de los casos" se habrían evitado si Sanidad hubiera actuado con diligencia y según criterios técnicos. El PSOE de Madrid acusó al Ayuntamiento de Madrid, del PP, de falta de diligencia en el brote.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_