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ALIMENTOS CON APELLIDO | LA VENTANA DE GUERRERO
Columna
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Alcachofas del Baix Llobregat

El Baix Llobregat se halla en un valle de la parte baja del río que va desde el congosto del Cairat, a los pies de Montserrat, hasta su desembocadura. Este valle termina en un pequeño delta de gran riqueza ecológica. A oriente de este enclave se vislumbran la sierra del Ordal y el macizo del Garraf. En época medieval, estas tierras formaban parte de algunas jurisdicciones señoriales, como el monasterio de Montserrat. La base de su economía era la agricultura, pero la expansión de Barcelona engulló parte de estos campos para transformarlos en terreno industrial o incluirlos en el cinturón residencial. Municipios como Abrera, Begues, Cervelló, Cornellà, El Papiol, Martorell y Sant Boi resisten la invasión producida por el cada vez mayor aeropuerto y por la proximidad de la gran urbe, que tiende a devorar la tierra.

La alcachofa es un producto crujiente y sabroso que proviene de la 'kinara', un cardo muy apreciado entre griegos y romanos

La riqueza del delta, con sus canales de regadío, ha propiciado desde siempre el cultivo de hortalizas: ajos tiernos, espárragos, habas, puerros, alcachofas... En la actualidad, la extensión de estos campos lleva a pensar que la tradición de cultivar hortalizas, y en especial la alcachofa, sigue viva. Pero el payés no sólo lucha contra el asfalto y las edificaciones, sino que también ha de arrostrar las inclemencias del tiempo, que pueden resultar fatales para la alcachofa: una sequía primaveral o las heladas invernales pueden destrozar la cosecha. Una helada puede incluso matar la planta entera si ésta se congela, y entonces los agricultores tendrán que plantarla de nuevo con otros especímenes de fuera de la comarca.

La alcachofa es un producto crujiente y muy sabroso que proviene de la kinara, una especie de cardo muy apreciado entre los griegos y los romanos. Las variedades que se cultivan en el delta del Llobregat son la de Tudela, la de Aranjuez y la lombarda. Se pueden encontrar alcachofas de octubre a junio, aunque las mejores son las de marzo. Para evitar que se sequen se recomienda no cortar el tallo hasta el momento de consumirlas.

La alcachofa del Baix Llobregat ha dado prestigio a esta tierra y ha sido uno de los recursos económicos más importantes: la fuente de las primeras ganancias que obtuvieron la gente de esta zona una vez finalizada la Guerra Civil fue la venta de alcachofas, de las que abastecían los mercados de Barcelona.

Las alcachofas tienen un gran poder depurativo para el organismo. Una de las recetas curativas consiste en un caldo de cebollas y alcachofas. En un litro de agua se hierven dos cebollas y cinco alcachofas durante siete minutos. Se cuela y se bebe el líquido.

Desde 2004, se organiza en otoño e invierno la campaña gastronómica que lleva el nombre de Els sabors de l'horta del Baix Llobregat, durante la cual se promocionan las hortalizas de esta comarca. En el mes de abril, Sant Boi y El Prat de Llobregat organizan carxofades populares y los restaurantes se suman a la iniciativa de dar a conocer este vegetal incluyéndolo en una gran variedad de platos: alcachofas con bacalao y salsa de romesco, ensalada de alcachofas con gambas... Entre los actos que se organizan en Sant Boi, destaca un concurso de comedores de alcachofas en el que se premia al que es capaz de comer la mayor cantidad en 10 minutos.

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