El Gobierno valenciano dice ahora que no va a comprar suelo industrial marroquí

El consejero valenciano de Empresa, Universidad y Ciencia, Justo Nieto, dio ayer marcha atrás al manifestar públicamente que el Gobierno valenciano "no va a comprar suelo industrial en ninguna parte", después de que su director general de Industria, José Miguel Salavert, desvelara hace unos días la intención de adquirir suelo industrial en Marruecos para crear un polígono de alrededor de 100.000 metros cuadrados. La iniciativa ha provocado el rechazo de los sindicatos y de los partidos en la oposición, quienes acusaron a la Administración autonómica de promover, con dinero público, la deslocalización.

Mientras Gerardo Camps, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno que preside Francisco Camps, del PP, se desvinculaba de la iniciativa ayer por la mañana en Castellón, al asegurar que la intención de adquirir suelo en Marruecos es sólo una línea de actuación concreta de otra consejería (la de Empresa) que no debe tratarse en el marco de la concertación social, Nieto sostenía en Valencia que "comprar no tiene sentido". Horas después fuentes de su propio gabinete matizaban que la opción de comprar no se ha descartado totalmente, pero se barajan otras fórmulas como arrendar suelo, crear sociedades mixtas o avalar a los empresarios que decidan establecerse en Marruecos.

El Gobierno valenciano anunció la semana pasada la firma, en septiembre, de un acuerdo con el Gobierno marroquí para la creación de oficinas mixtas que ayuden a los empresarios que quieran implantarse en Marruecos. La firma de este acuerdo se iba a complementar con la adquisición de suelo, en cuya búsqueda el Gobierno valenciano habría invertido seis meses, tal como indicaron fuentes de la Consejería de Empresa. El objetivo era el aprovechamiento del tratado de libre comercio que Marruecos ha firmado con Estados Unidos, que posibilita exportar la producción marroquí sin costes arancelarios.

Méndez, contra la propuesta

El proyecto de la Generalitat Valenciana provocó ayer también la crítica del secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien aseguró en Castellón que la propuesta sigue la "dirección contraria" a la que debiera impulsar la Administración y que se centra en "estimular a las empresas para que afiancen su presencia en la Comunidad Valenciana, así como su producción y la generación de empleo". Méndez recordó que "hace más de un año" el Gobierno valenciano "envió un discurso en este sentido a los empresarios del sector del textil y el calzado en Alicante", dos de los sectores en crisis, y apuntó que puede tratarse de un "globo sonda".