_
_
_
_
TECNOLOGÍAS PARA LA SALUD

Minicámaras para grabar en el interior del cuerpo

Una vez metido un dispositivo en el cuerpo, ¿por qué no sacarle el máximo provecho? La miniaturización de la electrónica permite incorporar nuevas prestaciones a dispositivos ya existentes. Ya es posible mandar una cámara del tamaño de una cápsula de antibiótico a través del sistema digestivo y ver después las imágenes que graba. ¿Qué es lo que está por llegar?

El primer campo está en los análisis rápidos. Medtronic ya trabaja en un páncreas artificial. Para ello se basa en su actual bomba de insulina. Sólo hay que incorporarle un catéter conectado a una vena, y un medidor del nivel de glucosa. Un diminuto procesador es capaz de decidir si la concentración de azúcar requiere que se aumente la aportación de insulina.

El aparato estaría instalado bajo la piel. Un catéter permitirá recargarlo con la insulina, y un sistema de radio servirá para programarlo a distancia. Las baterías podrán cargarse a través de la piel, como ya ocurre en algunos dispositivos. El resultado: un aparato con vida para más de diez años, la misma que tienen las mucho más rudimentarias y simples prótesis de cadera, por ejemplo.

Otra posibilidad que ya está en ensayos es mejorar los marcapasos cardiacos para que midan la cantidad de líquido que tienen los pulmones. Con ello se podrán prevenir los edemas, explica una portavoz de la compañía.

Migraña

El conocimiento de las distintas zonas del cerebro y su relación con problemas físicos y mentales es otro campo que está ya casi al alcance de la mano. El éxito de las terapias con electrodos para el Parkinson y el más moderado en los tratamientos de la epilepsia y la depresión abren la puerta a nuevas posibilidades. Ya están en ensayo sistemas de neuroestimulación para la migraña y los trastornos obsesivo-compulsivos. Como los impulsos nerviosos son, en el fondo, señales eléctricas, en cartera hay otras posibilidades: interferir en los circuitos de recompensa de las adicciones, por ejemplo.

Otros órganos que pueden recibir estimulación eléctrica son el colon o el estómago para ayudar a la digestión o para engañarlos y que emitan señales de saciedad al cerebro, con lo que pueden ayudar a combatir la obesidad. Una epidemia que sufre un 13% la población. La obsesión por comer puede combatirse también en el cerebro. Ya se conocen los centros que emiten los mensajes de hambre o de que se ha comido lo suficiente. Si se les hace llegar el mensaje adecuado por medio de electrodos se puede ayudar al enfermo a comer menos.

Un equipo de la Universidad de California experimenta en animales una prótesis biónica antivértigo que incluye un chip con componentes microelectromecánicos. Se adhiere al oído y restituye las funciones del sistema vestibular, encargado del equilibrio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_