Zapatero promete más ayudas a Guadalajara
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visitó ayer a primera hora de la mañana la zona donde hace nueve días se desató el incendio que acabó con la vida de 11 personas, miembros de un retén que intentaba atacar el frente de fuego para evitar su avance, y calcinó 13.000 hectáreas de superficie forestal en la zona del Alto Tajo.
Zapatero estuvo acompañado en todo momento por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda. El jefe del Ejecutivo llegó en un helicóptero de las Fuerzas Armadas que le recogió en el aeropuerto de Barajas, nada más aterrizar de su viaje a China, y le trasladó directamente al punto donde se inició el fuego el pasado día 16, la cueva de los Casares, en el municipio guadalajareño de Riba de Saelices.
El jefe del Ejecutivo aboga porque las personas que luchan contra el fuego sean profesionales y no contratados temporales
El martes se celebrará en La Moncloa una cumbre con alcaldes de la comarca y autoridades provinciales y regionales
El presidente visita una semana después de la catástrofe la zona del incendio y anuncia medidas para los afectados
En su recorrido, se entrevistó con alcaldes de los municipios afectados por el fuego y escuchó las explicaciones de personas que combaten incendios en la zona. El presidente quiso "conocer de manera directa" lo ocurrido, y escuchó atento y serio todas las quejas y sugerencias que le planteaban los congregados. Se dirigió a pie a la barbacoa donde se iniciaron las llamas. Allí le explicaron que las altas temperaturas, la existencia de pastos y matorral bajo en la zona y la baja humedad del aire motivaron la rápida propagación de las llamas.
Campañas de sensibilización
Algunos miembros de retenes forestales le expresaron su preocupación ante las barbacoas que se hacían en el monte: "Es interesante que se hagan, pero se deberían de tomar algunas medidas, como que estén aisladas con un tejado y que todo el campo de alrededor esté arado para evitar el fuego", explicaba uno de los asistentes. "Cada vez hay más gente que sale al campo. Lo que debería de hacerse son campañas de sensibilización de la peligrosidad de los incendios en un bosque como en el que estamos nosotros, de clima mediterráneo continental", añadió otro.
El presidente de Castilla-La Mancha comentó a Rodríguez Zapatero que el primer retén llegó muy pronto y que intentaron parar el avance del fuego, pero que el fuerte viento, hasta de 50 kilómetros por hora, hizo que se abrieran varios frentes, lo que superó el trabajo del equipo de extinción, que se vio desbordado.
El jefe del Ejecutivo agradeció la labor de todos los trabajadores, en especial de los integrantes de retenes forestales, de los que destacó "su dedicación y entrega en medio de un gran dolor por la pérdida de 11 compañeros". "Los técnicos de Castilla-La Mancha me han explicado el desarrollo, el origen y la virulencia del incendio, que no fueron capaces de evitar que se pudiera extender, por culpa de las altas temperaturas y de la sequía que asuela todo el país", manifestó el presidente del Gobierno.
Zapatero anunció que el próximo martes se reunirá en el palacio de la Moncloa, en Madrid, con los alcaldes de los municipios afectados y con los responsables de la Diputación Provincial y de la Junta de Castilla-La Mancha para ver qué medidas son puestas en marcha dentro del plan de incentivación y recuperación económica de la zona del Alto Tajo. Fue en ese momento cuando señaló que todo el área arrasada por las llamas será declarada zona catastrófica, lo que se traducirá en "un amplio capítulo de intervenciones". "La zona ha de ser recuperada. Vamos a poner todos los esfuerzos que sean necesarios para que no vuelva a suceder, a pesar de las condiciones", se comprometió el presidente del Gobierno. También abogó porque los retenes forestales estén formados por profesionales y no por personal contratado por temporadas. Aseguró que instará a las comunidades autónomas a que creen una carrera profesional: "Eso sí, Castilla-La Mancha está a la cabeza de la duración de los contratos de estos retenes, con una duración de unos ocho o nueve meses, pero hay que conseguir más medios y equipos profesionales en la lucha directa contra el fuego".
"El Gobierno de España tiene previsto incrementar todos los medios que sean precisos para la lucha contra los incendios forestales, en especial los aéreos, como aeronaves, hidroaviones y helicópteros. Por supuesto, está también dispuesto a incrementar los medios que puedan actuar por la noche, por ser un periodo de especial importancia para apagar los fuegos", afirmó Zapatero. Recordó que el mismo día en que se originó el incendio de la provincia de Guadalajara hubo otros 20 siniestros forestales en toda España. "Tengo plena confianza en las comunidades autónomas para que se coordinen con el Gobierno cuando tengamos una situación de riesgo como la de ahora", añadió.
Máxima precaución
El presidente hizo un llamamiento a los ciudadanos para que tengan "el máximo cuidado y la máxima precaución", para evitar incendios como el de Guadalajara. Aseguró que los españoles sabrán estar a la altura de las circunstancias para que no se repitan hechos similares y recordó que el Gobierno aprobó el pasado viernes medidas legislativas para endurecer las penas y las sanciones en el caso de fuegos forestales: "España, pero no sólo España sino todos los países, tenemos un reto de extraordinario alcance por el cambio climático. La agresión del hombre a la naturaleza ha tenido consecuencias muy serias para el medio ambiente. Hay que cambiar los comportamientos y cumplir el protocolo de Kioto es la única manera".
Y concluyó: "Nos volcaremos con esta zona y con la gente que ha estado luchando contra el fuego. Y por eso está aquí el presidente del Gobierno. Lo que me han expuesto los retenes no va a caer en saco roto".
Zapatero observó desde el helicóptero toda la zona devastada. Según los técnicos, se trata de una superficie de 12.900 hectáreas, de las que 2.400 pertenecen al parque natural del Alto Tajo. Gran parte de la superficie arrasada, unas 4.500 hectáreas, ardió entre el sábado y el domingo como consecuencia de la velocidad de hasta 50 kilómetros por hora que alcanzó el viento.
Los vecinos de Riba de Saelices se quedaron sorprendidos al no ser invitados a la rápida visita que hizo el presidente del Gobierno. "Lo ha hecho para que no nos quejemos. Espero que haga todo lo posible para sacar a esta zona del retraso que sufre", señaló uno de ellos. "Hace falta mucho dinero para que el monte vuelva a ser lo que haga", agregó una vecina. Los técnicos estiman en unos 100 años el tiempo necesario para que todo vuelva a estar como antes.
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