Blair ofrece más poder a la policía

Tony Blair se comprometió ayer a dar más poder a la policía y a los servicios de inteligencia de manera inmediata si las investigaciones de los atentados del 7 de julio demuestran que es necesario. Pero el primer ministro británico, que ayer compareció ante los Comunes por primera vez desde los atentados del jueves, descartó que se adelante la revisión de la llamada Ley de Prevención del Terrorismo, que se aprobó en vísperas de Navidad deprisa y corriendo y que está previsto que vuelva al Parlamento en otoño, para que una nueva versión de la ley entre en vigor en la primavera de 2006. Tony Blair e Ian Blair, jefe de Scotland Yard, pidieron paciencia porque la investigación y la identificación de las víctimas van a seguir siendo lentas.

"Estamos unidos en nuestra determinación de que nuestro país no sólo no será derrotado por el terror, sino que va a derrotarlo y emerger de él con nuestros valores, nuestro estilo de vida, nuestra tolerancia y nuestro respeto por otros sin merma", proclamó el primer ministro. También tuvo palabras de elogio para los londinenses, "cuyo estoicismo, capacidad de adaptación y espíritu brillante e intrépido han sido una inspiración y un ejemplo".

Blair confirmó que "parece probable" que el ataque (tres bombas en el metro de Londres y una en un autobús) "fue llevado a cabo por terroristas islamistas del tipo de los que en los últimos años han sido responsables de tantas muertes inocentes en Madrid, Bali, Arabia Saudí, Rusia, Kenia, Tanzania, Pakistán, Yemen, Turquía, Egipto, Marruecos y, por supuesto, en Nueva York el 11 de septiembre y en muchos otros países".

Defendió la labor de los servicios secretos y rechazó la propuesta lanzada con la boca pequeña por el líder de la oposición, Michael Howard, de abrir una investigación sobre los eventuales fallos que han permitido que la preparación del atentado pasara inadvertida. El Mi5 ha iniciado ya una investigación interna, según el diario The Guardian.

Blair descartó que se vaya a adelantar la revisión de la polémica Ley de Prevención del Terrorismo, aprobada en Navidad entre críticas de la oposición y la izquierda del laborismo. El Gobierno se comprometió entonces a estudiar los efectos de esa ley y decidió presentar las eventuales modificaciones en otoño. El primer ministro, sin embargo, añadió que el mantenimiento de ese calendario "está sujeto a una importante condición: si, a medida que emerge el cuadro general de las investigaciones de estos incidentes, queda claro que la policía y las agencias de inteligencia necesitan nuevos poderes de manera inmediata para combatir el terrorismo, es absolutamente sensato reservarnos el derecho de volver al Parlamento con un calendario acelerado".

"Obviamente no puedo dar detalles de las investigaciones", advirtió. Los investigadores han recibido 150 millones de llamadas registradas, según fuentes conocedoras del caso. Es una cifra muy superior a la que esperaba Scotland Yard y que complica unos trabajos ya de por sí muy complejos. Según los datos facilitados por el jefe de Scotland Yard, sir Ian Blair, se estudian 2.500 cintas de circuito cerrado de televisión -aunque parece que la cámara de seguridad del autobús atacado estaba estropeada desde hacía un mes- y 2.000 llamadas al teléfono de la línea caliente abierta al público para recabar pistas.

Los dos Blair pidieron paciencia por la lentitud de las investigaciones y en la identificación de cadáveres. "La policía está actuando con cierta precaución", explicó el primer ministro. "En anteriores atentados terroristas de similares características, en otros países, se han cometido errores que resultan increíblemente desafortunados", dijo. Aunque no se trató de un atentado, en el caso del avión Yak-42 accidentado en Turquía, los problemas en la identificación de cadáveres han generado serios incidentes. "Los efectos de una bomba hacen que a veces las tareas de identificación sean muy, muy complejas y desgarradoras", dijo Tony Blair.

El Gobierno piensa organizar, de acuerdo con las familias, un funeral, aún sin fecha determinada, que contará con la asistencia de la reina Isabel. El jueves al mediodía se guardarán dos minutos de silencio en memoria de las víctimas.

Aunque en algunos diarios se especula con el próximo anuncio de un importante descubrimiento, los investigadores no parecen tener aún una idea muy clara de quiénes pueden ser los autores de los atentados. El Centro Conjunto de Análisis del Peligro Terrorista elevó tras los atentados el nivel de la alerta al grado "específico severo", el segundo nivel más alto posible, un indicio de que los terroristas que atentaron en el metro de Londres escaparon con vida y pueden perpetrar un nuevo ataque. Se da por seguro que el terrorista del autobús murió en esa explosión.