Economía reduce el déficit el 4% más de lo previsto

Para pedir más dinero a los demás, primero hay que gestionar bien los recursos propios. Lo dijo ayer el consejero de Economía, Antoni Castells, antes de anunciar que los presupuestos de la Generalitat de 2004 se cerraron con un déficit de 821 millones de euros, el 4% menos de lo previsto en el plan de la Generalitat y de lo autorizado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El consejero aprovechó un auditorio de lo más apropiado para exhibir una buena gestión: el acto de graduación de la segunda promoción del master en dirección pública de la escuela de negocios ESADE.

Ante los alumnos del curso, Castells anunció que, de acuerdo con las cifras de 2004, liquidadas ayer mismo, el déficit público de la Generalitat se situó en 821 millones de euros, el 0,55% del producto interior bruto (PIB) catalán. Esta cifra no sólo representa haber reducido el 35% los números rojos de 2003, que fueron de 1.264 millones de euros (tras revisar la cifra inicial de 1.177 millones), sino además el 4% menos de lo previsto en el plan de saneamiento de las cuentas de la Generalitat.

Dicho plan, que cuenta con el visto bueno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, fija una reducción progresiva del déficit de la Generalitat hasta lograr el equilibrio presupuestario en 2008. El Gobierno catalán prevé cerrar el ejercicio en curso con un déficit de 650 millones de euros (el 0,41% del PIB) y espera que en 2006 se reduzca hasta el 0,28% del PIB con unos números rojos de 462 millones y que el desajuste de 2007 represente sólo el 0,14% de la riqueza, 252 millones de euros.

El consejero catalán de Economía avanzó, además de ese logro, que " por primera vez ha habido un control y reducción del gasto desplazado, sobre todo de la sanidad", de 304 millones de euros. Así, el resultado financiero "real" de 2004 fue un déficit de 517 millones de euros (821 millones de déficit menos los 304 millones anteriores, según sus cuentas). "Hemos reducido el déficit el 60% en un año", subrayó Castells.

El gasto desplazado (aplazamientos de gastos ya contraídos pero no contabilizados) que reveló la macroauditoría sobre las cuentas de 2003 encargada por el tripartito nada más llegar al poder fue de 2.900 millones de euros, de los que el grueso (2.193 millones) corresponde a gastos sanitarios, la auténtica asfixia de la Generalitat.

Para Castells, las conquistas anteriores son un ejemplo de la voluntad del Gobierno catalán de hacer sus deberes. "No podemos exigir más financiación sin exigirnos a nosotros mismos, por eso aplicamos el céntimo sanitario", recordó.

Sin embargo, lejos de dormirse en los laureles, el consejero espoleó al auditorio: "Nos hace falta mejorar la gestión de la administración pública" dijo, y a continuación avanzó que los próximos presupuestos de la Generalitat, correspondientes a 2006, establecerán, por primera vez, objetivos y programas cuantificables con indicadores para que puedan ser evaluados. También determinarán políticas de compras y contratación, inmobiliaria y de patrimonio (con el objetivo de optimizar recursos), y de control y gestión de todos los organismos participados por la Generalitat. Una de las conclusiones del informe de gestión presentado en Navidad era que el Gobierno de CiU desconocía cuántas personas trabajaban en las empresas públicas y lo que cobraban.