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Entrevista:VOLKER NEUMANN | Ex director de la Feria del Libro de Francfort

"El mundo de la edición vive una crisis mundial tras décadas de crecimiento"

Volker Neumann (Berlín, 1942) ha vivido tiempos complicados. En abril pasado cesó en su cargo de director de la Feria Internacional del Libro de Francfort. Él insiste en que no ha sido destituido, sino que no se le ha renovado el contrato, que vencía en diciembre de 2005. En Barcelona, donde impartió el pasado jueves la conferencia de clausura de 10º Master en Edición de la Universidad Pompeu Fabra, se mostró tranquilo, relajado y feliz, como si le hubieran quitado un enorme peso de encima.

Fue Neumann quien más apostó por que la cultura catalana sea la invitada de honor en la edición de 2007. En una multitudinaria rueda de prensa, aceptó con resignación, prudencia y enormes dosis de diplomacia que la trifulca sobre qué autores catalanes -si los que escriben en catalán o los que escriben en castellano- deben estar representados en la feria, se convirtiera en tema único. Se mostró partidario de que no haya exclusiones, recordó que son las administraciones catalanas quienes tienen que decidir al respecto y recomendó que Cataluña "dé ejemplo de convivencia".

"Tengo la sospecha de que soy una persona 'non grata' en Francfort. Intenté negociar con la feria y que los hoteleros bajaran los precios"
"Estoy seguro de que el libro no perderá su papel como bien cultural al menos en los próximos 100 años"
"Por parte de Cataluña, quienes más han insistido y peleado para que la cultura catalana sea la invitada de la feria han sido los editores"

Neumann, que se inició en el mundo de la edición como tipógrafo, trabajó durante 24 años en el Grupo Bertelsmann, donde, en los últimos 15 años, fue director general y presidente de mercadotecnia para Europa Central y América Latina.

Pregunta. ¿Qué pasa en la Feria de Francfort? ¿Hay crisis? Su antecesor, Lorenzo Rudolf, apenas estuvo tres años y usted no ha llegado a los cuatro.

Respuesta. Rudolf no procedía del mundo del libro y se encontró con una situación muy complicada de declive de la feria. En 2000, la feria había obtenido sus mejores resultados económicos y en 2001 se inició un retroceso, que no tuvo que ver exclusivamente con los atentados en Estados Unidos. El problema fue que no fueron capaces de remontar en 2002.

P. En ese año, cerca de 400 editores alemanes no pudieron asistir a la feria, a su feria.

R. Fue un momento tremendo y no sé cómo hubiera acabado la feria si no se hubiera actuado radicalmente. Fui nombrado director con el encargo de dar la vuelta a la situación.

P. En 2003 se inició la recuperación y en 2004 hubo resultados favorables.

R. Para poder dar la vuelta a una coyuntura dramática había que actuar con medidas tajantes, y eso es lo que intenté hacer.

P. Las cosas fueron mejor, pero el consejo de vigilancia de la Asociación de Libreros y Editores Alemanes decidió prescindir de usted. Se dice que molestó a las autoridades de Francfort.

R. Sí. Tengo la sospecha de que soy persona non grata en Francfort. He hablado de medidas tajantes. Por una parte, intenté negociar un contrato mejor con la Feria de Francfort y eso sólo fue posible con la amenaza de trasladar la Feria del Libro a Múnich. También luché para que los hoteles rebajaran sus precios, que son realmente abusivos.

P. ¿Lo consiguió?

R. Lamentablemente, no tuve éxito, por decirlo de una manera bonita. Mientras yo apretaba a los hoteleros, la Asociación de Libreros y Editores llegó a un acuerdo con la Feria de Francfort para que la Feria del Libro se quedase en esta ciudad. Ya no había nada que hacer. Hemos entrado en una espiral.

P. ¿A qué se refiere?

R. Quiero decir que las grandes editoriales llevan menos gente a la feria porque les resulta muy caro y, en consecuencia, necesitan casetas más pequeñas. Y como los stands reducidos quedan abarrotados, al año siguiente, los editores deciden enviar a menos profesionales. Es una catástrofe. La política de la feria es un desastre y sólo tengo la esperanza de que en el futuro se presione lo suficiente para poder cambiar las cosas.

P. ¿A qué se debió esa crisis?

R. Fue una crisis mundial del sector editorial, una crisis que aún se mantiene ahora tras décadas de crecimiento. ¿Cuáles son los motivos? No hay un único factor y tiene que ver con el desarrollo económico mundial, nacional y regional. En el Reino Unido, la eliminación del precio fijo de los libros provocó una crisis; en Alemania, la reunificación hizo que el sector editorial se tambaleara. El euro ha hecho subir el precio de los libros...

P. En España hay una cierta saturación de títulos nuevos, ¿pasa lo mismo en otros países?

R. Sí. Desde el punto de vista de los autores, esto es bueno, y para los editores es un juego de azar. Cuantos más libros publican, más esperanzas tienen de obtener un gran éxito, pero la experiencia no ha demostrado que a más libros haya más éxitos. Para el lector es imposible atravesar ese mercado saturado y también influye negativamente en los libreros, que no tienen ni tiempo ni espacio suficiente para atender las novedades.

P. Los editores afirman que la Feria de Londres ofrece más ventajas y en 2006 se trasladará fuera del centro y ampliará espacio. ¿Es una amenaza para la de Francfort?

R. Hay 100 ferias en el mundo, pero la única que tiene una dimensión verdaderamente internacional es la de Francfort. Londres tendrá 31.000 metros cuadrados, Francfort ya tiene 175.000 metros cuadrados.

P. ¿Qué futuro prevé para el mundo de la edición?

R. Estoy seguro de que el libro no perderá su papel como bien cultural al menos en los próximos 100 años, como mediador entre culturas y, sobre todo, en su función de formación y transmisión de conocimientos reales. Internet y los nuevos medios están adquiriendo un papel básico en la información, pero mucho más por su rapidez que por la calidad de la información. Los nuevos medios nos hacen ir más rápidos pero no siempre nos hacen ir mejor.

P. El hecho de que tenga una casa en Mallorca ha influido en su apuesta por la cultura catalana para 2007.

R. Desde luego, pero que quede claro que no tengo una casa, sino una pequeña vivienda.

P. ¿Quiénes le ha han perseguido más, los políticos o los editores?

R. Por parte de Cataluña, quienes más han insistido y trabajado han sido los editores. Por parte de la Feria, yo. Pero tengo que decir que la iniciativa ha sido muy bien acogida por los editores alemanes, por el mundo cultural y por los políticos de mi país.

P. ¿Qué va a hacer ahora que ya no es director de la Feria?

R. Disfrutar del tiempo libre y pasar más temporadas en Mallorca. Espero y deseo encontrar alguna tarea interesante para los próximos tres o cinco años, pero si no es así, no hay problema: tengo tantos libros que no he podido leer y que valen la pena que siempre estaré ocupado. Y por descontado, en octubre de 2007 voy a estar en Francfort para celebrar la presencia de los catalanes.

Volker Neumann, en Barcelona.
Volker Neumann, en Barcelona.MARCEL·LÍ SÁENZ

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