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El FMI estima que Argentina necesita consolidar su ajuste fiscal

Comienza la negociación para reestructurar la deuda de más de 14.000 millones de dólares

Ha comenzado la puesta en escena de siempre: en vísperas de la negociación de su deuda de 14.000 millones de dólares (11.500 millones de euros) con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno argentino advierte de que no aceptará un programa recesivo a cambio de plazos más cómodos para reembolsar su deuda. Este agosto vencen 2.800 millones de dólares, entre principal e intereses. En su revisión de la economía argentina, que será dada a conocer en las próximas horas, el FMI estima que las autoridades de Buenos Aires deben persistir en su ajuste fiscal, con un superávit primario (sin contar intereses de la deuda) del 4,5% en lugar del 3% que estiman conveniente las autoridades.

El 20 de junio pasado el consejo ejecutivo del FMI aprobó el informe de revisión de la economía argentina y realizó una serie de recomendaciones. El documento debía haberse publicado la semana pasada, pero las negociaciones para difundirlo encallaron. "Creemos que las autoridades argentinas darán su visto bueno final para que podamos publicar mañana [por hoy, martes 28] tanto el informe como las observaciones del consejo ejecutivo", dijo una fuente del FMI en una conversación telefónica desde Washington con este periódico.

Mientras tanto, las autoridades de Buenos Aires han filtrado, en paralelo, aspectos parciales del informe a varios medios de comunicación. El Gobierno, en un juego teatral ya muy visto, ha salido al paso de algunas observaciones del FMI, reivindicando su capacidad para haber salido de la crisis económica y financiera, al tiempo que advierte de que no cederá a las presiones.

La politización de sus relaciones con el FMI han dado buenos dividendos al Gobierno del presidente Néstor Kirchner, que parece, ante las elecciones provinciales del próximo mes de octubre, decidido a repetir el drama.

Según fuentes conocedoras del informe -la anterior revisión data de 2002-, los técnicos del FMI afirman que el entorno macroeconómico argentino de corto plazo es sano y que el Gobierno ha cumplido básicamente los compromisos. No obstante, el FMI advierte de que el volumen de deuda pendiente es muy elevado y que, para poder honrar sus obligaciones, Argentina debe asegurarse un superávit fiscal primario del 4,5% del PIB. El equipo del ministro de Economía, Roberto Lavagna, ha defendido hasta ahora que ese superávit, para no ahogar las necesidades de crecimiento, debía situarse en el 3%. Pero el superávit alcanzado ha sido del 3,6%.

El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, ya anticipó algunos matices de la posición del organismo la semana pasada. En una conferencia en Ottawa (Canadá), Rato señaló que la continuación y el incremento de los esfuerzos presupuestarios -un mayor superávit primario- encaja muy bien para una economía que está mostrando ya algunos síntomas de presiones inflacionistas y tiene un gran desafío en términos de deuda pública. En otros términos, Rato está favoreciendo un mayor nivel de superávit fiscal primario.

Un aspecto clave es el intercambio de opiniones que tuvo lugar en el consejo del FMI el pasado lunes 20. "Los directores expresaron la necesidad de adoptar mecanismos legales que garanticen la estabilidad del gasto y el superávit fiscal primario así como por una política más realista con tarifas de los servicios públicos", dijo la fuente mencionada. Aunque los directores siguen manteniendo la necesidad de que Buenos Aires otorgue atención a los acreedores que no se acogieron a la reestructuración forzosa de la deuda por valor de 103.000 millones de dólares (casi 85.000 millones de euros), éste, según las fuentes consultadas, no es un punto de conflicto real.

El FMI esperaba anoche la luz verde de Argentina para publicar su informe. Está previsto que el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, viaje la semana próxima a Washington para comenzar a renegociar el nuevo paquete de deudacon el FMI.

Kirchner (izquierda) saluda a Rato en presencia de Lavagna el año pasado en la sede del Gobierno argentino.
Kirchner (izquierda) saluda a Rato en presencia de Lavagna el año pasado en la sede del Gobierno argentino.AP

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