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Columna
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Aquilino

¡Aquilino Polaino! Dentro de unas décadas se estudiará por doquier la Tesis Aquilino, quizá también llamada La Cuadratura del Culo de Polaino. Este caballero ha irrumpido en nuestras vidas para llenar el vacío que sin duda siente el PP por hallarse el ilustre doctor Botella Llusiá en lamentable estado de defunción. Botella Llusiá, tío de doña Ana y científico de profundas convicciones morales en materia de ginecología, recomendaba el uso del condón agujereado a los matrimonios que desearan controlar la reproducción: al pinchar la gomita con un alfiler le dabas una chance a Dios, y por eso acababas teniendo los hijos que el Señor te mandaba, y formabas una Familia de esas que hoy defendemos hasta el punto de que yo misma no me atrevo a cambiarme a pastas El Pavo, no sea que me den dos hostias en las respectivas mejillas que aún no he puesto.

De todos los extremos aducidos por el Dr. Aquilinenstein, hay uno que me atrae especialmente pero que ha quedado a oscuras por completo. Tras explicar el hombre, muy resuelto, los antecedentes que incurren en la aberración gay (es decir, poniendo a parir a sus padres y a sus madres: ¡a Familias casadas como Dios manda!), quiso, benévolamente, apuntar una esperanza para que unos y otras, hombres y mujeres invertidos (por usar un término caro al tiranosauriño gallegus), encuentren una salida de Sodoma y otra de Gomorra.

Dijo Herr Polaino que "se les puede ayudar con terapia reparativa". Vino a mi mente aquella secuencia de La naranja mecánica en la que al protagonista se le pasaban imágenes de violencia, aplicándosele simultáneamente corrientes, electroshocks y otros métodos indicados para el desaliento.

Y yo me pregunto: ¿cuál es esa terapia reparativa a la que se refiere el Profesor Aquilino? Se me ocurre que puede consistir en mostrar películas de Brad Pitt (a ellos) y de Angelina Jolie (a ellas), al tiempo que se les tortura con: a) cualquier discurso de Acebes; b) imágenes de la Boda de la Familia en El Escorial; o c) la grabación de la retransmisión de la mani del 18-6 realizada por Telemadrid, obligándoles a escuchar íntegramente los comentarios del piadoso locutor.

Me encanta este punto IV Reich que estamos adquiriendo.

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