El caos sigue en Bolivia pese a la dimisión del presidente

Decenas de miles de campesinos y mineros tomaron de nuevo ayer el centro de La Paz para exigir la nacionalización de las enormes reservas de gas de Bolivia. Poco después de que el presidente Carlos Mesa presentara la dimisión por segunda vez en lo que va de año, líderes de la oposición exigieron elecciones anticipadas. Mientras, el presidente del Parlamento y segundo en la línea de mando, Hormando Vaca Díez, pedía a los manifestantes que permitan a los diputados reunirse para afrontar la crisis.

Bolivia, el país más pobre de América del Sur, sigue en una profunda crisis social y política, la más grave desde la toma de posesión de Carlos Mesa, hace 19 meses. La situación era ayer caótica en la capital y otras ciudades, que sufrían cortes de carreteras, manifestaciones e interrupciones de energía eléctrica.

El Parlamento tiene previsto reunirse esta tarde para deliberar sobre la renuncia de Mesa, que en un mensaje dirigido al país poco antes de medianoche del lunes (madrugada de ayer en España) pidió disculpas a los bolivianos por no haber sido capaz de conducir al país adecuadamente. "Creo que mi responsabilidad es decir hasta aquí puedo llegar".

Mesa declaró que el país no puede estar continuamente sometido a la presión de los violentos, y pidió a los opositores que permitan reunirse al Congreso "para darle una viabilidad al futuro del país". El líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, una de las cabezas de la revuelta, afirmó que la solución pasa por la convocatoria de elecciones, y rechazó cualquier intento del presidente del Parlamento de asumir la presidencia de la República. "Esta lucha va a continuar; la gente no se va a desmovilizar. Se quiere lograr la nacionalización de todos los recursos naturales", dijo. Páginas 2 y 3