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Las células madre de donante ayudan a controlar la leucemia linfática

La leucemia linfática crónica, un tipo de cáncer que se caracteriza por la proliferación incontrolada de linfocitos tipo B, no dispone en la actualidad de tratamiento curativo eficaz. Las terapias existentes permiten en algunos casos estabilizar su progresión, pero el riesgo de recaídas es muy alto y muchos pacientes no responden a la quimioterapia. Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) de Barcelona, liderados por Emili Montserrat, han observado, en un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology, que el trasplante alogénico (procedente de donante) de células madre permite frenar la progresión de esta leucemia incluso en las formas más agresivas de la enfermedad. Este tipo de trasplante, según ha demostrado el estudio, reduce la tasa de recaídas en mayor medida que el trasplante de las propias células del paciente (autogénico).

Se trata del primer trabajo que demuestra la eficacia del trasplante alogénico en las formas de leucemia linfática crónica con peor pronóstico. Estos pacientes suelen responder mal al trasplante autogénico (las células madre proceden del propio enfermo), el procedimiento terapéutico que más se ha investigado hasta el momento en esta enfermedad.

Mutación genética

Carol Moreno, una de las investigadoras del Idibaps que firma el trabajo, explica que la forma más agresiva de la leucemia linfática crónica suele darse en pacientes que no presentan mutación en los genes que codifican las inmunoglobulinas. En estos casos existe mayor riesgo de progresión de la enfermedad, peor respuesta al tratamiento y menor supervivencia. Los pacientes que presentan la mutación, en cambio, suelen tener una enfermedad menos agresiva, más lenta, y mayor supervivencia.

En el estudio participaron 50 pacientes trasplantados entre los años 1986 y 2002, la mayoría de ellos tratados en el hospital Clínico de Barcelona. De ellos, 34 no presentaban mutación genética y tenían, por tanto, peor pronóstico que el resto de enfermos. Un total de 14 de estos pacientes fueron sometidos a trasplante alogénico, mientras que los 20 restantes recibieron trasplante de sus propias células madre.

Los científicos observaron que el riesgo de progresión de la enfermedad fue del 66% en el grupo de enfermos sometidos a trasplante autogénico, mientras que se redujo al 17% en los pacientes trasplantados con células madre procedentes de donante externo compatible (emparentado). El trasplante alogénico también aportó mayor supervivencia; logró la curación completa en el 60% de los casos.

Carol Moreno destaca que por primera vez un tratamiento experimental se perfila como candidato firme para los casos más complicados de leucemia linfática crónica. Los investigadores señalan, sin embargo, que la curación definitiva de esta enfermedad es todavía un reto clínico.

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