'La ciencia y el Quijote', una mirada hacia la tecnología y la medicina en la época de Cervantes

"La caballería andante es una ciencia -replicó don Quijote- que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo...". El mismo Cervantes defendió la ciencia desde la literatura en boca de su ingenioso hidalgo en el capítulo XVIII de su obra universal. Con motivo de la celebración del IV Centenario del 'Quijote', se publica un libro que relaciona la ciencia con el texto cervantino. Se trata de La cienca y el Quijote (Crítica).Una idea que surgió de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, con la coordinación de José Manuel Sánchez Ron, y al que se han unido historiadores de la ciencia y la tecnología hispanas como Nicolás García, Santos Madrazo, Javier Ordóñez, entre otros. El ensayo cuenta también con una colaboración especial, la de Arturo Pérez Reverte, en este caso como conocedor de El Quijote y la náutica.

"La pretensión de este libro es mostrar cuál era la situación de la tecnología y la medicina en la España de los siglos XVI y XVII", según Sánchez Ron, que presentó la obra ayer en la Feria del Libro de Madrid, en la que también participaron Carmen Esteban, de la editorial Crítica; Arturo García Arroyo, director de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología, y Violeta de Monta, directora de investigación del Ministerio de Educación y Ciencia.

El libro recoge en 16 capítulos la variedad de contenidos científicos que presenta el texto cervantino, como la astronomía, la botánica, la zoología, las matemáticas, la cartografía, la alimentación o la minería.

Según Sánchez Ron, las aproximaciones más cercanas que se han hecho hasta ahora de la obra del Quijote a la ciencia, han sido en relación con la medicina. Uno de los ejemplos más frecuentes son las investigaciones que señalan que Cervante fue capaz de describir los trastornos que ocasiona en la conducta la falta de sueño; parece ser que era la causa de la locura de Alonso Quijano. Pero un caballero andante "ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia...; ha de ser teólogo..; ha de ser médico; ha de ser astrólogo...; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas", explicaba el ingenioso hidalgo a don Lorenzo. Cervantes supo hacer caso de ello con sus múltiples referencias a estas disciplinas.

En palabras de Violeta de Monta, La ciencia y el Quijote rastrea lo que sabía Cervantes sobre la ciencia de su época y el papel de esas disciplinas en la creación del imaginario novelesco

: "Un libro que debe convertirse en un referente para las siguientes reediciones del Quijote".

En uno de los ensayos, Los cielos en el Quijote, por ejemplo, Francisco J. Tapiador explica la geografía y cosmolografía en la época de Cervantes y hace referencia al capítulo XX de la obra universal, donde Sancho habla de la boca de la Bocina, en referencia a la Osa Menor, constelación en la que se sitúa el polo norte celeste.