La economía agria el vino

A sus 29 años, está considerado el mejor sumiller del mundo y ayer valoró en Bilbao, junto con otros expertos, los 20 mejores riojas de la mejor añada del milenio, la de 2001. Y Enrico Bernardo (Milán, 1976) decidió que el Culmen de Bodegas Lan es el mejor rioja de 2001. Inmediatamente detrás quedaron el Aro de Muga, el Roda I o el Trasnocho de Remírez de Ganuza. La decisión tuvo por marco el Euskalduna, dentro de las actividades de Bilbao Estimula'05, en una cata a ciegas (sin conocer la marca que se probaba).

El sumiller del restaurante Le Cinq (tres estrellas Michelin) y del Four Seasons del hotel George V de París, con más de 60.000 botellas de todo el mundo en su bodega, fue conciso en su valoración de los primeros caldos seleccionados: "Equilibrio entre el fruto y la madera, entre la frescura y la concentración, y un apunte de elegancia". En resumen, considera los veinte vinos como de calidad "muy alta". El único defecto que apreció Bernardo en los grandes vinos de Rioja fue su precio. "Espero que las bodegas elaboren mejores caldos sin abusar en el precio final. No me interesan los vinos de más de 100 euros", dijo.

Los expertos eligen el Culmen de Bodegas Lan como mejor rioja de 2001

El experto reivindica la labor artesanal, honrada. El vino se avinagra cuando se convierte en inversión de multinacionales o especulación de exquisitos. "Ahora muchos productores elaboran más con intenciones económicas que por el propio gusto de hacer vino, como ocurría hasta los ochenta", lo que lleva a la homogeneización impuesta por las grandes firmas mediáticas. "Los medios especializados tienen una influencia muy grande y marcan tendencias", concluye.

Sin embargo, los buenos caldos tienen siempre una personalidad definida. Es el caso del Chateau La Tour de 2000 de Burdeos (Francia) o de la Quinta do Vale Meao de Oporto (Portugal) de la misma añada. Son dos de los 20 mejor considerados de todo el mundo en la cata que se celebró el lunes, con una notable participación española en la que participaron dos riberas del Duero (el Vega Sicilia Único de 1994 y el Maleolus Valderamiro), dos riojas (Viña Pisón de Artadi de 1995 y Torre Muga de 1994) y un priorato (Clos Mogador de 2001).

"La homogeneización llega en los vinos de calidad media, los que se venden en los supermercados; es el efecto de la globalización y la llegada de los productos de Suráfrica, Australia, California o Chile, que han invadido los mercados de una manera muy agresiva, con prepotencia", explica Bernardo.

Burdeos sigue siendo la referencia, aunque al sumiller de Le Cinq le cueste reconocerlo. "Es verdad que la cabernet sauvignon [la variedad dominante en esa región francesa] es una uva agradecida, más que la pinot noir, por ejemplo, pero ya todas las regiones ofrecen vinos con personalidad". Lo que hace falta, en fin, es la reconversión del viñedo europeo para que pueda competir tanto en el ámbito de los supermercados como en el de las vinotecas especializadas. Eso sí, como insiste Bernardo, sin superar los 50 euros.