Los técnicos del CSN contradicen a su presidenta en el Congreso

Los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) contradijeron ayer en el Congreso a la presidenta del organismo, María Teresa Estevan Bolea. Los técnicos afirmaron que el CSN eximió en 1999 a Vandellòs de una prueba sobre la resistencia de la tubería, que finalmente se rompió en 2004, y se reafirmaron en su informe que acusaba a la central de primar la producción sobre la seguridad. Estevan Bolea declaró un mes antes que ignoraba por qué la central no había realizado la prueba.

Los inspectores comparecieron ante la ponencia que investiga el incidente de la central nuclear de Vandellòs II, el más grave desde 1992. El Congreso escuchó a los ocho técnicos responsables del informe. Entre ellos estaban la directora técnica de Seguridad Nuclear, Isabel Mellado, el subdirector de ingeniería, el inspector residente del CSN en Vandellòs y el subdirector general de Instalaciones Nucleares. La comparecencia duró más de cinco horas.

A la salida Mellado atendió a los periodistas para explicar su declaración.

Parte de la comparecencia se centró en la prueba hidrostática (introducir agua a gran presión para ver si la tubería resiste). La central no realizó la prueba en 1999, algo "incomprensible e inexplicable", según Estevan Bolea, quien sostiene que esa prueba hubiera detectado la corrosión. Mellado le quitó importancia: "La prueba hidrostática no es el medio más adecuado para detectar este problema. Puede que no hubiera servido para detectar la corrosión".

Según Mellado, el CSN eximió a la central de la prueba porque "internacionalmente cada vez se realizan menos estos ensayos". Y añadió: "La central conocía la corrosión desde 1993, luego no hacía falta la prueba hidrostática para corregir el problema".

Mellado, responsable del informe más duro sobre una central que ha emitido nunca el CSN, se reafirmó en que la central "primó la producción sobre la seguridad". "Esa afirmación se basa en que la central detectó un rezume en la tubería en mayo de 2004, que se tenía que haber estudiado con más profundidad y a lo mejor hubiera obligado a parar la central" pero sigui funcionando y no avisó al CSN. Mellado añadió que agosto, tras la rotura de la tubería, "la central arrancó en unas condiciones de seguridad que no eran las más adecuadas".

Incidente de nivel tres

Uno de los técnicos afirmó que era incomprensible que la central siguiera con la misma dirección que había permitido la corrosión. Otro aseguró que el incidente podría alcanzar el nivel tres (en una escala de seguridad de cero a siete), algo que no ocurre desde que en 1989 Vandellòs I sufrió un incendio.

Los diputados salieron extrañados de que las versiones de la presidenta y los técnicos sean distintas. El portavoz de Izquierda Verde, Joan Herrera, insistió en que "Estevan mintió en sede parlamentaria"; el diputado de CiU Josep Maldonado se mostró "sorprendido de que las declaraciones no vayan en la misma dirección", y la socialista Rosario Velasco insistió en que "es necesario reformar el CSN, ya que se podría haber prevenido este suceso".