Mercado inerte

Después de varios años de burbuja inmobiliaria alentada desde los Gobiernos del PP para sostener el crecimiento económico, poca sorpresa causa que el mercado inmobiliario se resista a moderar sus precios. Los planes de vivienda del Gobierno socialista pretenden corregir los excesos con medidas de choque que hasta ahora han mostrado escasos efectos y con programas a medio plazo muy alentadores -sobre el mercado de alquiler y en el ámbito de la vivienda protegida- cuyos resultados sólo se apreciarán a medio plazo. Así pues, la pesada inercia del mercado admite hoy tan sólo mínimas desaceleraciones de los precios.

Según el Ministerio de la Vivienda, durante el primer trimestre los precios de los pisos aumentaron el 15,7%, 1,7 puntos menos que la subida registrada durante el último trimestre de 2004. Los datos no están exentos de ambigüedad; son el primer cálculo generado con el cambio estadístico introducido por el ministerio, que incluye las estimaciones de un número mayor de tasadoras y, si bien implica un descenso moderado sobre diciembre del año pasado, lo cierto es que elevado a tasa anual rondaría un crecimiento del 18%.

Por tanto, y más cuando media un método nuevo de medición, el análisis debe ser emitido con suma cautela. Indicios tales como el aumento del plazo de venta de los pisos refuerzan la impresión de que el mercado se está desacelerando; y, por otra parte, es interés de los inversores, propietarios y del Gobierno que la desaceleración sea muy suave, para evitar el daño patrimonial, la alarma de los mercados y el riesgo implícito para la economía. Por esa razón, las burlas sobre la imperceptible desaceleración de los precios carecen de otro fundamento que el de atacar al Gobierno por lo que se supone el flanco débil del departamento que dirige María Antonia Trujillo. Entretanto, el Banco de España ha reiterado sus advertencias sobre el peligro de que la burbuja inmobiliaria acabe en un ajuste brusco si la escalada no se corrige. La institución calcula que los pisos están sobrevalorados en más del 20%.